Gustavo Petro asumió la Presidencia de Colombia no solo con un discurso estatista y cargado de propuestas utópicas que dejaron ver cómo será el rumbo político del país durante los próximos cuatro años. También llegó a la Casa de Nariño abriendo de par en par las puertas a las relaciones con el régimen venezolano, satisfecho por el triunfo del izquierdista luego de tres intentos para hacerse con el poder. Aunque Nicolás Maduro no pudo asistir a la toma de posesión de Petro por disposición del presidente saliente Iván Duque, la prensa colombiana especuló sobre una posible visita a Bogotá este fin de semana. Sin embargo, Petro desmintió los rumores sobre la eventual reunión.
Los acercamientos son un hecho. El ministro de Defensa de la dictadura chavista, Vladímir Padrino López, anunció este martes que recibió instrucciones de Nicolás Maduro para «establecer contacto de inmediato con el ministro de Defensa de Colombia (Iván Velásquez) para restablecer nuestras relaciones militares».
Medios colombianos incluso hablaron de una posible visita de Maduro a Bogotá el fin de semana para un encuentro formal con Gustavo Petro. Aunque según la revista Semana, ya conversaron dos veces antes de la toma de posesión. Al respecto, Petro confirmó que el acercamiento se produjo «desde antes de la posesión», pero desmintió los rumores sobre un posible encuentro con Maduro en los próximos días.
«Si hubiera una reunión habría no solo información sino preparación y eso no existe», dijo este martes el nuevo presidente colombiano, desmintiendo una información que circulaba en la prensa colombiana sobre una posible reunión en Bogotá, según reseñó la agencia EFE.
Sin respuesta desde Bogotá
Sobre el pedido de Maduro de restablecer relaciones militares no ha habido aún una respuesta. El tema fue eludido por Petro al señalar que su canciller hizo contacto con el régimen venezolano «para ir procesando la apertura de la frontera», pero sin hacer mención a un posible contacto entre los titulares de Defensa.
Sin embargo, a juzgar por los acercamiento del Pacto Histórico desde el Congreso con la Asamblea chavista y la presunta designación de un «dirigente político de su confianza para que empiece a tender puentes» no es extraño que Petro esté dispuesto también a que ambos ministros de Defensa comiencen un acercamiento para tramitar el restablecimiento de la relación militar solicitado por Maduro.
Las señales de Petro
De esta manera dan un giro de 180 grados las relaciones entre Colombia y Venezuela, que durante la administración del ahora expresidente Iván Duque estuvieron congeladas con el régimen chavista, más no así con el llamado interinato que asumió en 2019 el opositor Juan Guaidó, a quien reconoció Duque como presidente legítimo de Venezuela durante su mandato. Con la llegada del exguerrillero del M-19 a la Casa de Nariño las cosas cambiaron.
El mandatario colombiano ha querido mantenerse cauto durante sus discursos para alejarse del radicalismo de su vecino. O al menos eso hizo durante la campaña. Una vez garantizada la victoria en las urnas, Petro ya ha mandado dos señalas a Caracas: su canciller Álvaro Leyva Duran escogió Venezuela como primer destino en el extranjero que visitó para coordinar la reapertura de la frontera con su par chavista; y la ministra de Trabajo designada por Petro, Gloria Inés Ramírez, es una férrea defensora de la «revolución bolivariana», según confesó luego de haber asistido al funeral de Hugo Chávez en Caracas.
Fuente: Panampost