David Vallenilla, Franco Casella y Wilmer Azuaje, tres disidentes venezolanos perseguidos por el chavismo cuentan a los lectores de La Gaceta de la Iberosfera su testimonio y reclaman a la comunidad internacional que no se olvide de su país.
David Vallenilla es el padre de David José Vallenilla, joven enfermero venezolano asesinado por el régimen el 22 de junio de 2017 en la base aérea de La Carlota, en Caracas, durante una manifestación pacífica por la libertad en Venezuela.
Un militar disparó a su único hijo a través de una reja a menos de dos metros de distancia (…), con un arma orgánica cargada con esferas metálicas. «La lucha que tengo no es por la responsabilidad individual del sargento, él recibió órdenes», agrega, antes de asegurar que Maduro conoció a su hijo de niño porque trabajó con él en el metro de la capital venezolana. «La responsabilidad recae sobre Nicolás Maduro porque se trata de un ataque sistemático y generalizado contra la población disidente», manifiesta, antes de afirmar que habla «en nombre de Venezuela y de todos los padres que perdieron a sus hijos de manera tan injusta». «Estoy en este momento en España exiliado y aprendiendo a vivir con dolor», concluye.
Franco Casella, diputado de la Asamblea Nacional en el exilio forzado por denunciar las violaciones de derechos humanos en Venezuela, denuncia que hoy hay más de 230 presos políticos civiles y militares torturados, personas recibiendo descargas eléctricas, asfixia por agua, supresión de la libertad y de medicinas, tortura blanda por expresar sus ideas políticas, etc. «El régimen de Maduro es el narcotráfico en el poder, es el Chapo Guzmán o Pablo Escobar electo en la presidencia, Venezuela es un narcoestado», señala.
Casella recuerda que desde el exilio mantienen viva la voz de las victimas que han perdido la vida, víctimas de atropellos constantes y sistemáticos de megalómanos, «enfermos de poder sustentados en el trafico ilegal de droga, de oro y de diamantes bañados en sangre». «Venezuela es un problema de derechos humanos que incumbe a toda la humanidad. En Venezuela se sigue golpeando al que protesta, el país sigue sometido al terror», afirma, antes de hacer un llamamiento para que se difundan los atropellos de la dictadura y la sed de libertad que tienen los venezolanos.
Por su parte, Wilmer Azuaje, diputado y ex preso político de la tiranía chavista, cuenta que un comité de víctimas del que formó parte pudo acudir a la Corte Penal Internacional (CPI) para dar testimonio de la verdad de los hechos.
«El régimen criminal ha logrado ante gobiernos del mundo y medios de comunicación (…) crear una matriz de opinión en la que dicen que todo está estable. Nosotros nos hemos dado la tarea de visibilizar y pedir en las instituciones internacional que el caso de Venezuela no desaparezca», subraya, antes de agradecer a VOX que siempre les haya atendido y les haya dado «la mano amiga».
Fuente: La Gaceta de la Iberosfera