Faltan menos de 15 días para la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, en la que se eligen también diputados federales, algunos senadores y diputados regionales. En este contexto, los candidatos de la derecha, Jair Bolsonaro, a la reelección por el PL, y el padre Kelmon por el PTB, fueron los únicos que participaron de las multitudinarias manifestaciones del Día de la Independencia, mientras que los demás candidatos estuvieron ausentes.
A pesar de que las demostraciones populares de la derecha son realmente impresionantes en cuanto a movilización de personas, la izquierda no muestra lo que dicen las principales encuestas: que «Lula ganará las elecciones.» Esto se pudo percibir más recientemente en la visita que hizo el candidato Bolsonaro a la ciudad natal de Lula, en Pernambuco. Estas demostraciones han irritado tanto a Lula, que luego de las manifestaciones del 7 de septiembre comparó a los seguidores de Bolsonaro como «miembros del KKK».
Pero este comentario que es propio de espíritus autoritarios, no es muy diferente de la actitud del magistrado Alexandre de Moraes, que ha perseguido al exdiputado federal Roberto Jefferson (PTB) hasta tenerlo como preso político. Sobre este tema, recientemente la viceprocuradora general de la República, Lindora Maria Araujo, determinó que el Supremo Tribunal Federal (STF) ya no tiene competencia sobre los casos contra Jefferson. Con esta posición, Moraes debería obedecer y pasar a primera instancia de la Justicia Federal del Distrito Federal. Sin embargo, Moraes hasta ahora ignora la medida.
Este mismo magistrado, que en los últimos días había emprendido una cacería de brujas contra empresarios apoyadores del presidente Bolsonaro, precisamente recibió de la empresa norteamericana Twitter un cuestionamiento respecto al bloqueo de las cuentas de redes sociales de uno de esos empresarios: Luciano Hang. Este, dueño de la famosa cadena de tiendas Havan, ha sido uno de los grandes apoyos del presidente desde hace años. Twitter considera que la medida impuesta por Moraes es censura.
Por otra parte, el Tribunal Superior Electoral, que es presidido por el mismo Alexandre de Moraes, en un comunicado, ha negado que la Fuerza Armada participará en el conteo de los votos el 2 de octubre. Según el TSE, la elección es totalmente confiable y segura. Sin embargo, el preso político Roberto Jefferson en una entrevista realizada recientemente por PanAm Post, indicó que no confía en el conteo de votos realizado por el TSE y, en estos últimos días, el presidente Bolsonaro ha indicado que si no gana en la primera vuelta es porque algo anormal ocurriría en el TSE.
En todo caso, a menos de dos semanas, el contexto brasileño puede considerarse positivo en términos de calidad de vida: la economía continúa mejorando, el precio del combustible cayendo, el costo de la energía también bajando considerablemente y el costo de los alimentos han comenzado a bajar. Todo esto gracias al gobierno de turno a pesar de todos los obstáculos que la izquierda ha colocado en el camino.