MIAMI – La presencia de alzados en armas y la amenaza de una guerra que enluta hogares, reaparecen en Nicaragua. La presencia de rebeldes se conoció tras la emboscada a un vehículo custodiado por la Policía en la comunidad de Buena Vista, en El Castillo, Río San Juan, propiedad de una empresa de exportación de cacao que presuntamente pertenece a la familia presidencial Ortega Murillo.
Seis personas habrían muerto, según los alzados, de los cuales aseguran, tres son agentes de la Policía y tres paramilitares. La Policía asegura que son dos los fallecidos y cuatro heridos. El ataque se lo atribuyó el grupo armado que se autodenomina “Comando Libertador Nicaragüense” a través de un comunicado y las declaraciones de un portavoz.
En el vehículo emboscado viajaba el administrador de la empresa, personas vestidas de civil y policías que custodiaban el traslado de dinero para el pago de la planilla de los trabajadores.
La Policía dio a conocer que en el enfrentamiento murieron la agente Aracely Díaz Salinas, también Pablo Chavarría, quien conducía la camioneta.
“Bosco” uno de los integrantes del grupo armado asegura que son opositores al régimen que se han venido organizando desde hace más de un año y que tienen preparación militar. Según él, son seis los muertos, tres policías y tres presuntos paramilitares. Asegura este fue un ataque para el que se habían preparado.
El rebelde sostiene que el objetivo de la agrupación armada es político militar y busca dar golpes al régimen, el primero fue a la empresa que asegura es propiedad de Laureano Ortega Murillo, hijo de la pareja presidencial.
No hay opción
“Daniel Ortega no le ha dejado otra opción al pueblo, tenemos sed de justicia y vemos que a como siguen las cosas, no la habrá”, afirmó.
La policía asegura que se trata de un grupo de delincuentes; así califica el régimen a todo opositor. El Ejército tampoco reconoce la presencia de grupos armados por razones políticas en el país. Estas instituciones son aliadas de Ortega y señaladas de corrupción, ambas han reprimido a la población en violación a las leyes del país.
El grupo alzado dijo que incautó fusiles, pistolas, y medio millón de córdobas. El dinero, según “Bosco”, será empleado para la compra de nuevas armas y municiones. Al mismo tiempo, afirmó que la acción perpetrada es el inicio de la lucha armada contra el régimen sandinista. Hoy están resguardados, el grupo negó las declaraciones de la Policía que dijo había dado muerte a uno de los participantes de la emboscada.
Roberto Palacios, que se identifica con ese seudónimo y es portavoz del grupo armado dijo a La Mesa Redonda que dirige el periodista Sergio Marín, que la empresa exportadora de cacao es de Laureano Ortega Murillo.
“En esta acción se recuperan tres fusiles AK, dos escopetas calibre 12 y dos pistolas. Cabe destacar que se nos está acusando de robo, simplemente estamos recuperándole al pueblo lo que es del pueblo, porque esta empresa Agroindustrial del Río le pertenece a Laureano Ortega Murillo, quien utiliza como testaferro al señor Emiliano Baltodano”, denunció.
Al ser consultado por el periodista acerca de cómo puede demostrar que la propiedad es de Ortega Murillo, respondió que la información es de conocimiento de todo el poblado y que la permanente custodia de agentes policiales en el lugar, también lo confirma.
“El dinero recuperado era custodiado por paramilitares sandinistas que a principios del presente año se reunieron con el coronel del Ejército, Manuel Mayorga, jefe del Destacamento Sur del aparato militar. Laureano Ortega tiene en Río San Juan otras empresas dedicadas a la agroexportación, una de ellas, para la comercialización de productos lácteos”, escribió en su cuenta de Facebook, el comunicador Gerardo Sánchez.
Los armados publicaron videos que muestra a civiles que viajaban en otro vehículo, las imágenes muestran a personas acostados boca abajo en el camino, se observan los teléfonos apilados que les retuvieron; antes de partir les dicen que ahí están sus celulares, pero que los pueden tomar hasta que ellos se hayan ido y les aclaran que su objetivo es contra la dictadura.
Incertidumbre
En la historia reciente Nicaragua ha vivido dos guerras en menos de medio siglo, la guerra encabezada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)para derrocar la dictadura somocista, que terminó instaurando una dictadura socialista y posteriormente, la guerra contra el sandinismo que concluyó con su derrota en 1990, tras ser obligado el sandinismo a concurrir a un proceso electoral que perdió. Ortega teme que ese escenario se repita.
El exjefe de la Resistencia Nicaragüense conocida como la “Contra”, Luis Fley, dijo que la aparición de grupos alzados en armas es el resultado de las acciones del dictador Ortega, que ha cerrado todos los espacios políticos en el país.
Todo ha fallado
“No hay otra válvula de escape y no hay otra opción de lucha porque el pueblo nicaragüense esta observando que no hay nada más que hacer, la diplomacia ha fallado, los políticos le hemos fallado a los nicaragüenses porque no hemos podido organizarnos, unirnos para darles una esperanza”, aseveró.
Añadió que ante el asedio y la persecución del régimen que alcanza a la Iglesia Católica, algunas personas están viendo la acción armada como única vía para deshacerse de la dictadura.
“Esta vía armada fue efectiva contra Somoza, fue efectiva contra el sandinismo en los años 80, la gente ve como el único camino para sacar del poder a Daniel Ortega la vía armada y ya están surgiendo grupos que llevan ese objetivo”, indicó.
“Las elecciones que debe ser la válvula de escape y la opción para un cambio de gobierno a través de elecciones limpias, justas y transparentes, ya no existen en Nicaragua y el pueblo esta consiente de eso” subrayó Fley conocido como ‘comandante Johnson’.
Recuerda que así comenzó la ‘Contra’ en los años 80, a la que él se integró, eran los Milpas, los mismos que habían luchado contra Somoza, se convirtieron en adversarios del sandinismo cuando se vio que estaban instalando un sistema comunista, no era eso lo que quería el pueblo y nos unimos para luchar contra el sandinismo”.
Para Fley, toda lucha armada debe tener una causa que la justifique y en Nicaragua la rebelión es responsabilidad del sandinismo porque Ortega no quiere una solución al conflicto y se prepara para instaurar su dinastía con sus hijos.
El sandinismo, por segunda ocasión, está llevando a la confrontación a los nicaragüenses, esta vez Ortega no está acompañado de muchos de sus camaradas con los que gobernó con mano dura durante la primera etapa del régimen sandinista, unos están encarcelados, otros en el exilio.