WASHINGTON — Los demócratas han tenido la mayoría en las dos cámaras del Congreso y la presidencia de Estados Unidos durante los últimos dos años, pero esa mayoría podrían perderla en las próximas elecciones de medio término a causa del descontento por el mal manejo de la economía de la administración demócrata en la Casa Blanca.
Los estadounidenses se sienten ahora vulnerables financieramente en medio de una alta tasa de inflación que ha llevado al país a una recesión, aunque la Casa Blanca aún no lo quiere admitir. Esto significa un riesgo político para el presidente Joe Biden y los demócratas en momentos en que falta dos semanas para las elecciones legislativas.
Los temores de una agudización de la recesión económica en Estados Unidos sobrevuelan en Washington D.C, especialmente tras el estancamiento en septiembre de la inflación. Otro balde de agua fría para la administración de Joe Biden, días antes de las decisivas elecciones.
Los dos trimestres de caída del PIB confirman la recesión de la primera economía del mundo.
Los republicanos son favoritos para ganar la Cámara de Representantes en las elecciones de mitad de mandato del 8 de noviembre, impulsados por la frustración de los electores con la situación económica. Pero los demócratas intentan conservar la posición que tienen, haciendo campaña sobre la conservación del acceso al aborto y otros temas, que según las encuestas no puntean como los principales temas de interés para los estadounidenses.
El panorama es menos claro en el Senado, donde los republicanos intentan recuperar el control denunciando las políticas erráticas de Biden en materia económica y seguridad en las fronteras, entre otros tópicos. Varias de las contiendas en estados cruciales sin clara inclinación política están muy apretadas.
A continuación un vistazo en torno al control del Congreso y qué sucederá si los republicanos obtienen una mayoría en cualquiera de las cámaras durante las elecciones:
¿Qué pasará con el cambio en la Cámara de Representantes?
Los demócratas, encabezados por la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, han tenido la mayoría desde 2018, cuando tomaron el control durante las elecciones intermedias del gobierno del entonces presidente Donald Trump. Los republicanos podrían recuperar el control de la cámara baja si se apuntan sólo cinco escaños en decenas de distritos competitivos, y están tratando de ganar decenas de bancas.
La historia también les da a los republicanos otros motivos para ser optimistas que no es solo el mal manejo de la economía por parte de Biden. En la era moderna, el partido que ha llegado a la Casa Blanca ha perdido escaños legislativos en prácticamente todos los comicios de mitad de mandato del primer periodo de un presidente.
Si los republicanos ganan la cámara baja el 8 de noviembre, la bancada del Partido Republicano elegirá a un nuevo presidente y asumirá el poder el 3 de enero de 2023. Estarán al frente de todas las comisiones y decidirán qué iniciativas van al pleno de la Cámara de Representantes.
¿Cuáles serían las prioridades de los republicanos?
El líder republicano de la cámara baja, Kevin McCarthy, ya ha presentado su plan “Commitment to America” («Compromiso con Estados Unidos»), un amplio panorama de políticas económicas, de seguridad fronteriza y otros temas que el Partido Republicano presentaría en los primeros días del siguiente Congreso.
Un regreso al poder republicano en la cámara baja sería un triunfo para Trump, que ha luchado contra el plan que encabezan los demócratas que busca responsabilizarlo de la insurrección en el Capitolio federal del 6 de enero de 2021. La gran mayoría de los republicanos que se tiene previsto regresen a Washington el próximo año, así como una buena parte de aquellos que esperan ganar un primer periodo, son críticos de la campaña que consideran una persecución contra Trump con la que los demócratas quieren cerrar el camino hacia la reelección del exmandatario.
¿Qué significaría para Biden una mayoría reúblicana en la Cámara baja?
Las prioridades demócratas como el acceso al aborto, el combate al cambio climático y un mayor control en la venta y tenencia de armas de fuego, que no están como prioridades para los estadounidensesn según encuestas, quedarían marginadas. Y la mayor parte, si no es que toda la agenda del presidente Joe Biden quedaría prácticamente muerta para los últimos dos años de su mandato.
De todas formas, nada pasa a ser ley sin la firma de Biden. Las iniciativas para financiar al gobierno, elevar el límite de la deuda y lidiar con temas militares son necesarios para que el gobierno funcione. Esas iniciativas posiblemente se convertirán en puntos álgidos durante las negociaciones entre el Partido Republicano, los demócratas y la Casa Blanca.
Biden, quien fue senador durante décadas, a menudo ha presumido sus «antecedentes bipartidistas» y ha dicho que quiere trabajar con los republicanos. Pero un Congreso republicano que ha hecho de su oposición a Biden su máxima prioridad no tendría muchas ganas de hacerlo.
¿Qué pasa en el Senado?
Aunque el control del Senado está reñido, es probable que el partido mayoritario tenga el más pequeño de los márgenes. Eso significa que Biden podrá ser capaz de encontrar un poco más de puntos en común en esa cámara, sin importar quién la controle. La mayoría de los logros legislativos de Biden durante su gobierno han sido resultado de negociaciones bipartidistas en el Senado.
De cualquier forma, una cámara alta bajo control republicano podría aprobar iniciativas que le envíe una cámara baja de mayoría republicana, aplicándole presión política a Biden. Y el Partido Republicano podría recuperar el control de las comisiones y, con ello, el poder de llevar a cabo investigaciones como el caso del hijo del mandatario Hunter Biden, involucrado en supuestos actos de evasión de impuestos, y supervisar al gobierno.
Un Senado republicano también podría complicarle las cosas a Biden al bloquear o demorar la aprobación de los nominados por el presidente para puestos en la rama judicial y en la ejecutiva.
¿Qué pasa si los demócratas ganan?
Si los demócratas conservan el Senado y los republicanos ganan la Cámara de Representantes, será improbable que las dos cámaras encuentren muchos puntos en común. Pero los republicanos podrían intentar persuadir a los senadores demócratas moderados en algunas iniciativas.
Si los demócratas fueran capaces de conservar la mayoría en ambas cámaras, que es muy poco probable, posiblemente reanudarían las negociaciones en algunos de los temas de la agenda de Biden que nunca fueron aprobados, incluyendo su nuevo paquete de programas sociales y económicos que se estancó en medio de desacuerdos internos entre demócratas debido a los altos gastos propuestos por Biden que han propiciado efectos dañinos a la economía.
De continuar los demócratas en el Congreso permitirá a Biden mantener la política económica que ha mantenido hasta ahora y ha resultado fallido.