Noviembre comenzó para los colombianos con dos noticias que muy poca gracia hacen en lo político y lo económico. Aunque se trata de dos hechos separados, mientras el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se reunía en Caracas con el dictador venezolano Nicolás Maduro, del otro lado de la frontera el dólar rompía un nuevo récord, superando por primera vez en la historia la barrera de los 5.000 pesos y ubicándose la moneda del país neogranadino como la más devaluada de Latinoamérica durante la jornada, lo que echa por la borda el argumento del mandatario izquierdista de que es un fenómeno externo que afecta a toda la región por igual.
Los intentos por desmarcarse del chavismo durante la campaña quedaron en el olvido desde que se colgó la banda presidencial. El encuentro se postergó ante la negativa del entonces presidente Iván Duque de autorizar el ingreso de Maduro a territorio colombiano para la toma de posesión del líder del Pacto Histórico. Sin embargo, los guiños entre ambos comenzaron desde el primer día con el heredero del chavismo felicitando a Petro mientras observaba en televisión el cambio de mando, lo que fue correspondido con la entrega de Monómeros al régimen venezolano en muy poco tiempo. Esta primera etapa se cerró con la reapertura de la frontera el pasado 26 de septiembre.
Un nuevo capítulo
El viaje de Petro a Caracas marca el inicio de un nuevo capítulo que eleva la relación a otro nivel, y que fue impulsado por el rol que asumió Venezuela como país anfitrión de los diálogos entre el gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el marco de la prometida “paz total”.
Sin duda, el intercambio comercial beneficia a muchos de ambos lados de la frontera, pero detrás de esta fachada hay otros intereses de carácter ideológico y geopolítico. El balance comercial del primer mes muestra pocos avances. El ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Germán Umaña, reconoció que en ese periodo solo pasaron un total de 67 camiones con mercancía por la frontera, es decir, un promedio de dos diarios, lo que se traduce en apenas 2,25 millones de dólares.
El costo político
El propio Petro reconoció el fracaso. “Asumimos el costo político y la economía sigue pasando por la trocha”, dijo el mandatario colombiano la semana pasada. Tal vez ese costo político tenga que ver con la vigilancia de Estados Unidos a su Administración por los acercamientos cada vez más estrechos con la dictadura chavista. Es por ello que este martes, mientras Petro se reunía con Maduro en Caracas, un portavoz del Departamento de Estado pidió a Colombia promover la democracia y la rendición de cuentas en Venezuela.
Otra advertencia del gobierno estadounidense llegó el fin de semana de boca del embajador en Bogotá, Francisco Palmieri, quien recordó en una entrevista con la revista Semana que Nicolás Maduro es un dictador que “está bajo algunos cargos en Estados Unidos” y que su país quiere “llevarlo a la justicia”. En tal sentido, comprende que la reapertura de la frontera está “enfocada en la economía”, pero le advirtió a Gustavo Petro que “tiene una responsabilidad de proteger la democracia”.
Declaración conjunta en Caracas
En el Palacio de Miraflores, Petro fue recibido este martes con honores militares para dar paso a una reunión privada con Maduro que se extendió por más de dos horas. El encuentro terminó con la firma de una declaración conjunta que, aunque no revelaron su contenido completo, según Maduro incluye un amplio repaso de las relaciones comerciales y económicas, así como “los nuevos pasos hacia una apertura total y asegurada de las fronteras”, de acuerdo con la reseña de la agencia EFE.
La prensa también se hizo eco sobre una alianza entre las inteligencias de ambos países para combatir las mafias en la frontera. Maduro además aprovechó para anunciar el reingreso de Venezuela a la Comunidad Andina de Naciones y, por petición de Petro, el anfitrión prometió evaluar el retorno de la nación caribeña al Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
Dólar en nuevo máximo histórico
Pero mientras el gobernante colombiano maneja la política exterior la economía nacional sigue su curso, influenciada en gran parte por sus propuestas y sus anuncios. Hace un par de semanas la firma estadounidense JP Morgan advirtió que los mensajes improvisados de Petro en sus redes sociales contribuyen a la volatilidad del mercado. Para ese momento el dólar había superado los 4.500 pesos tras anunciar en su cuenta de Twitter la posibilidad de gravar impuestos transitorios a los capitales golondrina para frenar la fuga de capitales. Este martes, mientras Petro se encontraba reunido con Maduro en la capital venezolana, el dólar en Colombia rompía un nuevo récord al superar por primera vez en su historia la barrera de los 5.000 pesos, tocando un máximo de 5.017, de acuerdo con la Bolsa de Valores de Colombia.
Si bien Petro ha insistido en que el comportamiento del dólar obedece a un fenómeno externo que afecta a todas las economías de la región, el resultado de la jornada lo desmiente. El aumento de tasas de la Reserva Federal de EE. UU. parece que no golpea a todas las monedas de la misma manera. De hecho, solo dos países latinoamericanos perdieron la batalla frente al dólar este martes: Colombia y Argentina, con devaluaciones de 1,35 % y 0,21 %, respectivamente, siendo el peso colombiano el más devaluado. El real brasileño ganó 0,69 % frente al dólar, el peso mexicano y el boliviano (Bolivia) subieron 0,41 %, el peso uruguayo 0,30 %, el guaraní paraguayo avanzó 0,09 %, el sol peruano ganó 0,05 %, el peso chileno 0,02 % y el colón costarricense 0,03 %.
Venezuela no es precisamente el mejor aliado cuando de aprender de política monetaria se trata. La devaluación del bolívar ha llevado a quitarle 14 ceros a la moneda en los últimos 14 años. Paradójicamente, Petro se encontraba en territorio venezolano con Maduro cuando la moneda colombiana superó la barrera de los 5.000 pesos que desde el Gobierno negaban que fuera a alcanzar esta cotización.