SIMI VALLEY, California, EEUU — Estados Unidos se encuentra en un punto crucial en su relación con China y necesitará recurrir a su poder militar para garantizar que los valores estadounidenses, no los de Beijing, establezcan las normas globales en el siglo XXI, dijo el sábado el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin.
El discurso de Austin en el Foro Reagan de Defensa Nacional culminó con una semana en la cual el Pentágono se enfocó de lleno en el ascenso de China y lo que podría significar para el lugar de Estados Unidos en el mundo.
El lunes, el Pentágono publicó un reporte anual sobre seguridad china que advierte que Beijing probablemente tendrá más de 1.500 ojivas nucleares para 2035, sin esclarecer cómo China podría usarlas.
El viernes, en un dramático lanzamiento nocturno, el público pudo ver por primera vez el B-21 Raider, el más reciente bombardero furtivo nuclear altamente clasificado del ejército, que está siendo diseñado para superar las cada vez mayores capacidades cibernéticas, espaciales y nucleares de Beijing.
China “es el único país con voluntad y con cada vez más poder para reformar su región y el orden internacional a fin de adaptar sus preferencias autoritarias”, sostuvo Austin el sábado. “Así que déjenme dejar algo en claro: No permitiremos que eso suceda”.
El Pentágono también está preocupado por Rusia y sigue comprometido con armar a Ucrania al tiempo que evita que ese conflicto escale a una guerra entre Estados Unidos y Moscú, subrayó Austin en el foro, que se llevó a cabo en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan.
“No seremos arrastrados a la guerra de Putin”, afirmó Austin.
“En estos próximos años fijaremos los términos para nuestra competencia con la República Popular China. Tales términos formarán el futuro de la seguridad en Europa”, señaló Austin. “Y determinarán si nuestros hijos y nietos heredan un mundo abierto con reglas y derechos o si se enfrentan a autócratas envalentonados que buscan dominar por medio de la fuerza y el temor”.
Aún así, entre las dos amenazas de poder nuclear, China sigue siendo un mayor riesgo, dijo Austin.
El Departamento de Defensa cuenta con el presupuesto discrecional más grande de todas las agencias federales estadounidenses y puede recibir hasta 847.000 millones de dólares en el presupuesto de 2023 si el Congreso aprueba la propuesta actual de financiamiento antes que termine esta sesión legislativa.
Sin embargo, quienes apoyan la defensa argumentan que tal presupuesto aún resulta insuficiente para modernizar y mantenerse al nivel de China porque gran parte de ese gasto se destina a personal militar. La Oficina de Asuntos Presupuestarios estima que aproximadamente una cuarta parte del presupuesto de Defensa se va a gastos como salarios, atención médica y cuentas de jubilación.