miércoles, noviembre 20, 2024
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Pedro Castillo podría ser juzgado por «rebelión»

LIMA.- La fiscalía de Perú anunció este miércoles la detención del expresidente Pedro Castillo por el delito de rebelión luego de su intento fallido de disolver el parlamento y su destitución por parte del Congreso en violación a la Constitución del país.

«Hay una comisión de un hecho en flagrancia y está en calidad de detenido», dijo a la prensa Marita Barreto, coordinadora del equipo especial de fiscales contra la corrupción del poder.

Una fuente de la fiscalía dijo a la AFP que Castillo es investigado por el delito de «rebelión». A la causa judicial que podría enfrentar tras su destitución, se suman las seis investigaciones judiciales en su contra por corrupción y fraude, un caso que involucra hasta familiares de Castillo.

«Discutiremos hoy (si hay elementos para una prision preventiva). La democracia debe respetarse», señaló la fiscal Barreto, que participó en la detención.

«Se ha procedido conforme a ley, se impuso un derecho fundamental que es ser procesado o investigado por la imputacion de un delito», agregó.

En el local policial Castillo, vestido con casaca azul, está acompañado por el exjefe de gabinete Aníbal Torres, uno de sus más cercanos aliados. La fiscal de la nación, Patricia Benavides, participó en la detención.

La fiscalía puede solicitar a la justicia que Castillo permanezca detenido «preventivamente», una figura que también podría afectar al exjefe de gabinete, dijo Barreto.

El delito de rebelión prevé una pena de entre 10 y 20 años.

Tras el intento de disolución del Congreso, éste destituyó a Castillo por «incapacidad moral» y juramentó en su lugar a la vicepresidenta, Dina Boluarte, en una catarata de dramáticos anuncios en este país que padece de inestabilidad política crónica.

¿Huir a México?

En medio de uno de los intentos de destitución, medios de prensa informaron sobre el supuesto intento de Castillo de huir a México.

Este miércoles, el canciller Marcelo Ebrard aseguró a una radioemisora que México no ha recibido una solicitud en tal sentido del destituido gobernante ni de su familia.

La crisis peruana provocó la suspensión de la Cumbre de la Alianza del Pacífico, prevista para el 14 de diciembre en Lima, anunció Ebrard.

La cita del organismo que reúne a Chile, Perú, México y Colombia, debía realizarse originalmente en la capital mexicana del 24 al 26 de noviembre pasado, pero fue suspendida luego de que el Congreso peruano le negara a Castillo el permiso para asistir.

Posteriormente se acordó que la reunión, en la que Perú debe recibir de México la presidencia pro tempore, se realizara en Lima.

El maestro rural que fracasó en su intento

Cuando fue electo el año pasado, el maestro rural de izquierda Pedro Castillo se convirtió en el primer presidente de Perú sin lazos con las élites.

Castillo, de 53 años, era prácticamente desconocido hasta hace cinco años, cuando lideró una gran huelga del magisterio que forzó al gobierno a aumentar los salarios.

Nació el 19 de octubre de 1969 en Puña, un pueblo del distrito de Chota, en la región norteña de Cajamarca, donde fue maestro de una escuela rural durante 24 años. Es el tercero de nueve hermanos y sus padres son campesinos analfabetos.

De niño, ayudaba a sus padres en el trabajo de la granja y debía caminar varios kilómetros para ir a la escuela.

«Por primera vez, nuestro país será gobernado por un campesino, una persona que pertenece a los sectores oprimidos», dijo el día que asumió la presidencia, emocionado, vistiendo un traje tradicional andino negro y un enorme sombrero blanco típico de su pueblo.

«No más pobres en un país rico», repitió como un mantra el ahora expresidente durante su campaña como abanderado de Perú Libre, un minoritario partido marxista leninista.

Con su sombrero blanco de copa alta típico de Cajamarca recorrió el país, a veces a caballo, para conseguir votos. En ocasiones poco formales, vestía poncho y sandalias confeccionadas con neumáticos usados.

Prometió «un país sin corrupción» y conquistó el sentimiento de indignación de millones de peruanos.

Dio una gran sorpresa al superar por estrecho margen en el balotaje a la derechista Keiko Fujimori, hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).

Tras ser electo, sin embargo, un asesor de imagen le aconsejó que abandonara el sombrero para mejorar sus bajos índices de aprobación.

Católico, acostumbraba citar pasajes bíblicos para justificar su rechazo al aborto, al matrimonio homosexual y a la eutanasia.

En el patio de su casa hay un cuadro de Jesús rodeado de ovejas con la leyenda en inglés «Jehova is my shepherd» (Jehová es mi pastor).

Ataque sin cuartel

La destitución de Castillo por «permanente incapacidad moral» fue aprobada horas después de que el mandatario anunciara la disolución del Congreso, instalara un toque de queda y dijera que gobernaría por decreto.

Apenas dos horas después, la vicepresidenta Dina Boluarte asumió la jefatura del Estado en el Congreso hasta el fin del mandato de Castillo, en julio de 2026.

Fue el tercer intento del Congreso por sacar del poder a un presidente que registraba un rechazo de 70% y que tiene seis investigaciones judiciales en su contra por corrupción y fraude. Varios familiares y allegados suyos también han sido acusados de corrupción.

La pertinaz pugna entre el Ejecutivo y Legislativo se atizó este año por una investigación fiscal contra el líder sindical por dirigir una presunta «organización criminal» que reparte contratos públicos a cambio de dinero.

La oposición le acusaba además de falta de rumbo. Criticaban sus constantes crisis ministeriales que se tradujeron en cinco gabinetes y una rotación de 80 ministros, algo inédito en Perú.

Para la mayoría del Congreso «no es posible que un campesino gobierne al país», dijo el miércoles el expresidente al anunciar que cerraba el parlamento.

Pero las fuerzas armadas y la policía no lo apoyaron, y el Congreso lo ignoró y aprobó su juicio político.

Una moción similar derivó en la caída de los exmandatarios Pedro Pablo Kuczynski en 2018, y Martín Vizcarra en 2020. El expresidente Alberto Fujimori fue destituido por el Congreso en noviembre de 2020.

En 2017, durante la huelga magisterial que encabezó, el gobierno vinculó a los líderes del magisterio con el Movadef, brazo político de la derrotada guerrilla maoísta Sendero Luminoso, considerado «terrorista» en Perú.

«Rechazo categóricamente las denuncias», replicó Castillo, quien había integrado en Cajamarca las «rondas campesinas» armadas que resistían incursiones de Sendero durante el conflicto interno (1980-2000).

Cerca de su casa, Castillo tiene una granja de una hectárea donde cultiva maíz y patatas, y cría pollos y vacas.

Cuando conoció en el palacio de gobierno a su predecesor, el presidente interino Francisco Sagasti, le preguntó en broma dónde colocaría a todos sus animales de la granja.

Sugirió entonces que la residencia presidencial podría convertirse en un museo para quebrar los símbolos de la época colonial, y dijo que volvería a ser maestro cuando terminara su mandato en 2026.

FUENTE: Diario las Américas

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