MIAMI.- El diario venezolano El Nacional publica un interesante análisis, escrito por Juan Francisco García Escalona, que llama a la reflexión. Reproducimos el texto.
La negociación
Quienes hoy lapidan el gobierno interino, ayer lo usufructuaban política y económicamente; ahora despojados de toda sensibilidad moral deciden abrigarse en el regazo de la dictadura, creyendo que la luz debe esconderse de las sombras.
Desde hace mucho tiempo la mayoría de los diputados a la Asamblea Nacional 2015 no poseen respaldo popular, su razón de existir solo se justifica en la ilegitimidad de Nicolás Maduro y la realización continua de fraudes electorales, que derivó en la instalación del gobierno interino, como institución emanada del texto constitucional en su artículo 233, suficientemente reconocido internacionalmente, que deberá cesar en el momento que se produzcan elecciones presidenciales, justas, transparentes y verificables por el pueblo venezolano y la comunidad internacional.
Extinguir el gobierno interino es una aberrante decisión, que claudica innecesariamente un poderoso mecanismo de lucha, que ha significado el estancamiento de la política internacional de la tiranía, para dar paso al desarrollo de políticas que nos aproximan a las conquistas de acuerdos para la realización de un proceso electoral presidencial, que abra cauces a una salida democrática y sobre todo pacífica, que de ninguna forma exponga a la población al derramamiento de sangre como generalmente ocurre en América Latina en situaciones de esta naturaleza.
Devolverle al madurismo su capacidad de maniobra internacional no es poca cosa, esto lo entienden perfectamente Henry Ramos Allup, Manuel Rosales, Henrique Capriles, Julio Borges, Tomás y Juan Pablo Guanipa, y el resto de diputados de menor calado. Tampoco es de gratis, y se debe poner de relieve en su justa dimensión, la trascendencia política y la complicidad histórica que se presenta en este momento. Han vendido la lucha de un pueblo y el anhelo de vivir diferente, se ha quebrantado la lealtad a un pueblo que los eligió para confrontar a quien le oprime brutalmente, jamás para favorecerlo.
El motor de la ambición que acaba con el gobierno interino son los activos: Citgo, los Bonos 2020, que PJ pretendió reconocer un fraude por más de 40.000 millones de dólares, el oro en la banca internacional, entre otros.
La desconexión con el dolor de la población y la ambición personal han provocado estos movimientos que ya eran previsibles por las tantas acciones de la dictadura. En su ajedrez reciente han sostenido negociaciones con los sectores que encarnan la usurpación de los partidos, como una maniobra más para dinamitar las negociaciones en México y continuar fragmentando a la oposición venezolana. De todo esto lo más notable ha sido la ausencia de condena por parte de los partidos que hoy se lanzan a favorecer al régimen; el silencio de AD, PJ y UNT no es normal, ha sido un acto consciente. En política el silencio es una acción que tiene consecuencias, que ya empiezan a hacerse notar.
La próxima jugada
Quienes acaban con el interinato han sido serios adversarios de la realización de elecciones primarias. En su sociedad estiman presentarse consensuados bajo la figura de Henrique Capriles, que es uno de los principales articuladores con la dictadura, personaje financiado por la constructora Odebrecht que ha dejado políticos cuestionados y privados de libertad por toda América Latina, bañados de corrupción sin mayores diferenciaciones del chavismo/madurismo.
Aceleradamente impondrán una maquinaria para impedir la realización de un proceso interno que dé la posibilidad al pueblo de reconocer un liderazgo que tenga conexión real con su sufrimiento y sobre todo con su empeño de derrotar a la dictadura.
Son cómplices una vez más de la dictadura, que presionará para determinar tiempos que sean adversos a la realización de primarias e irán judicialmente contra la figura de Juan Guaidó, que ha crecido exponencialmente en medio de la actual coyuntura.
La oposición genuina debe reconfigurarse urgentemente bajo las figuras que se mantienen con fidelidad a los propósitos del pueblo venezolano, la identificación real de una dirigencia sólida y diferente, sumado a la realización de primarias, junto a un acuerdo de gobernabilidad, deben ser los catalizadores inmediatos que redefinan la posición política frente a la dictadura.
Cada acecho de la dictadura y sus cómplices debe responderse con una nueva ofensiva.