La frontera sur de Estados Unidos está desbordada desde que personas ansiosas por cruzar y cumplir «el sueño americano» supieron que la medida conocida como Título 42, la cual deporta inmediatamente a migrantes ilegales, iba a ser anulada. La decisión la había tomado el juez de distrito Emmet Sullivan de Washington, D.C. a mediados de noviembre pasado.
Al final, la Corte Suprema de EE. UU. decidió que la medida seguirá vigente, pero eso no impide que cientos de migrantes continúen llegando desde México luego de transitar otros países. Acá es cuando el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) apareció para advertir a los venezolanos que aún esperan cruzar la frontera de forma irregular, aún cuando se les prohibió hacerlo meses antes por decreto presidencial.
“Los ciudadanos venezolanos que intenten entrar en EE. UU. por zonas ubicadas entre los puertos de ingreso también siguen siendo devueltos a México, y serán excluidos del Proceso de Control Migratorio para Venezuela que se anunció en octubre”, anunció el departamento.
Llamado de atención para Biden
Aún hay reportes de venezolanos empeñados en cruzar en medio de la crisis en la frontera. Como Jhonatan, su esposa y sus cinco hijos, de 3 a 16 años, quienes recorrieron lugares como la selva de Darién en Panamá, de acuerdo con Reuters. Es decir, venezolanos siguen cruzando, mientras que la Administración Biden promueve un plan de amnistía y migración masiva. En paralelo, ciudadanos de otras nacionalidades siguen saturando la frontera, hay decenas de videos en redes sociales.
Pero lejos de pensar que fue la Administración Biden la que presionó para mantener la vigencia del Título 42, creada por el expresidente Donald Trump como una medida sanitaria en tiempos de pandemia, lo cierto es que la iniciativa vino de 19 estados y fiscales republicanos. Estos aseguraron que se verían desbordados si se levantaba la medida migratoria. Entonces, la Justicia escuchó.
Sin embargo, con el voto de cinco votos contra cuatro de los jueces de la Corte Suprema, también llegó un aviso. El magistrado Neil Gorsuch recordó que la crisis fronteriza actual no es una crisis de COVID.
«Los tribunales no deberían estar en el negocio de perpetuar edictos administrativos diseñados para una emergencia solo porque los funcionarios electos no han abordado una emergencia diferente. Somos un tribunal de justicia, no legisladores de último recurso», dijo. Un llamado directo al gobierno poco eficaz del presidente Joe Biden.
«No hay un plan»
Poco a poco han salido voces críticas y preocupadas por la crisis fronteriza dentro del Partido Demócrata. Como el actual líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer o John Sandweg, antiguo director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) durante la presidencia de Barack Obama.
Incluso este último, declaró a CNN que si bien la Administración «tiene un plan a corto plazo «para lidiar con el fin de la política, “no cree que haya un plan para evitar que la gente siga llegando a la frontera”. Sandweg también señaló directamente a «grupos progresista» que están ejerciendo “mucha presión” sobre la Casa Blanca para ponerle fin al Título 42.
Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, reaccionó a una portada de New York Post con la foto de «una enorme ciudad de tiendas de campaña» para migrantes en El Paso. «Las políticas de fronteras abiertas de Biden crearon esta crisis insostenible», escribió.