Brasilia, 13 ene (EFE).- A petición de la Fiscalía, la Corte Suprema incluyó este viernes al expresidente brasileño Jair Bolsonaro en la lista de investigados por el asalto a los poderes por parte de algunos de sus simpatizantes el domingo en Brasilia, pese a que él se encuentra fuera de país desde el pasado 30 de diciembre.
El cerco judicial se estrecha sobre el exmandatario, quien se encuentra actualmente en Estados Unidos y del que sospecha la Justicia brasileña –de mayoría izquierdista– que incitó a sus partidarios a invadir las sedes del Parlamento, la Presidencia y el Supremo el 8 de enero.
En la tarde de este viernes, el Ministerio Público solicitó al Supremo permiso para investigar al líder de la derecha brasileña por su presunta participación como autor intelectual del asalto a los poderes y, tan solo unas horas más tarde, el alto tribunal acató la petición.
El aval lo dio el magistrado Alexandre de Moraes, uno de los once jueces del Supremo, actual presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), el mismo que prohibió llamar «corrupto», «exconvicto» y «ladrón» a Luiz Inácio Lula da Silva durante la campaña.
De Moraes aceptó el principal argumento de la Fiscalía: un video compartido por Bolsonaro en sus redes sociales el 10 de enero, dos días después del asalto a los tres poderes, en el que se siembran dudas sobre el resultado de las elecciones de octubre y la legitimidad de las instituciones. El capitán retirado del Ejército, que sigue sin reconocer abiertamente la elección de Lula, eliminó el video horas después.
Con ello, el Ministerio Público cree que «incitó de forma pública a la práctica del crimen».
Para De Moraes, con la divulgación del video, Bolsonaro, a priori, «se posicionó una vez más» de forma «criminal contra las instituciones», en especial contra el Supremo y el Tribunal Superior Electoral (TSE), «imputando a sus jueces fraude en las elecciones para favorecer» a Lula.
El magistrado también señaló que estudiará «en el momento oportuno» un posible interrogatorio a Bolsonaro ante «las noticias de que no se encuentra en territorio brasileño».
El exjefe de Estado viajó a Orlando, Florida, el pasado 30 de diciembre, dos días antes de acabar su mandato, por motivos no explicados, aunque recientemente dijo a CNN Brasil que volvería a finales de este mes.
Sobre el asalto a los poderes, Bolsonaro se pronunció en unos tuits el mismo día 8 para rechazarlo y negar las acusaciones vertidas por Lula, quien responsabilizó a su predecesor de «estimular» a sus seguidores.
A lo largo de la pasada campaña electoral, Bolsonaro acusó a la cúpula judicial de actuar en favor de Lula. La izquierda defiende que ese comportamiento, unido a su silencio tras el resultado de las elecciones, alimentó la ira de los bolsonaristas, que hasta la semana pasada estaban acampados en la puerta de los cuarteles pidiendo una intervención federal.
Al no ser escuchados por las Fuerzas Armadas, miles de ellos lo intentaron el domingo sembrando el caos durante cuatro horas en Brasilia.
Más investigaciones en curso
Jair Bolsonaro es investigado además en otros cuatro procesos penales abiertos en el Supremo, pero todos ellos están en la fase inicial.
Uno de ellos busca esclarecer si interfirió de forma política e ilegal en las decisiones de la Policía Federal para proteger a su familia.
También es investigado por supuestamente divulgar noticias falsas sobre la vacuna contra la COVID-19, y por divulgar documentos secretos de la Policía.
Igualmente está en el foco de la Justicia en otro caso que indaga la existencia de supuestas «milicias digitales», como parte de la arremetida del Supremo contra la libertad de expresión.
Otra orden de prisión
Otro de los investigados por los actos del domingo pasado es el exsecretario de Seguridad de Brasilia, Anderson Torres, quien fue ministro de Justicia de Bolsonaro.
Sobre Torres pesa una orden de prisión del Supremo por su supuesta «omisión» en el asalto de Brasilia.
Además, la Policía halló en la casa del exministro un borrador de un decreto presidencial para supuestamente intervenir el Tribunal Superior Electoral y «corregir» el resultado de las presidenciales, que dio a Lula una ventaja de 1,8 puntos sobre Bolsonaro.
Torres, como Bolsonaro, está en Estados Unidos, aunque ha afirmado que regresará a Brasil en los próximos días para entregarse a las autoridades.