LIMA.- Más de 11.000 agentes de Policía se desplegaron este jueves en Lima y en Callao durante la llamada «Toma de Lima», una gran manifestación antigubernamental para pedir la dimisión de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, y la convocatoria de nuevas elecciones.
Paralelamente, este jueves se lleva a cabo en gran parte del Perú un paro nacional.
En Lima, miles de manifestantes, principalmente de la zona sur del país, se han congregado para pedir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, la convocatoria a nuevas elecciones generales, la instalación de una Asamblea Constituyentes, entre otras medidas.
Unos 11.800 policías formaron parte del contingente de seguridad para monitorear las protestas, según informó el jefe de la región Policial de Lima, Víctor Zanabria.
«El despliegue se está dando en todos los puntos de Lima, tanto en la zona norte, zona sur, zona este e incluso el Callao. La intención es poder garantizar que todos los ciudadanos realicen sus actividades económicas y culturales con total normalidad», dijo Zanabria, reseñó el portal Infobae.
Por su parte, el coordinador nacional de las Fiscalías de Prevención del Delito, Alfonso Barrenechea, estimó en 50 los fiscales provinciales que serán movilizados.
Asimismo, 196 cámaras se activaron en distintos puntos de la ciudad, como en la Plaza 2 de Mayo o en la Plaza San Martín, entre otros. Tanto el Congreso peruano, como el Palacio de Justicia y el Ministerio Público están acordonados policialmente, según informo el diario La República.
La concentración en Lima es también un reflejo del aumento de las movilizaciones antigubernamentales que ha registrado la capital en los últimos días.
“Lima, que no se había sumado para nada a las protestas en la primera fase en diciembre, decidió sumarse después de la masacre de Juliaca”, dijo Omar Coronel, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Católica de Perú, en referencia a las 18 personas muertas en esa ciudad el 9 de enero.
Los manifestantes tienen previsto marchar desde el centro de Lima hasta el distrito de Miraflores, uno de los más bellos y emblemáticos barrios de la élite económica del país.
El gobierno pidió a los manifestantes que sean pacíficos.
“Sabemos que quieren tomar Lima”, dijo Boluarte esta semana. “Los llamo a tomar Lima, sí, pero en paz”, agregó señalando que los esperaría «en la casa de gobierno para poder dialogar sobre las agendas sociales”.
En la víspera, dos personas murieron en enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, así como por los bloqueos en las distintas vías de acceso a las ciudades, especialmente en la Panamericana Norte y Sur.
El Ministerio de Salud de Perú declaró en alerta roja a los hospitales y otros centros sanitarios debido a los enfrentamientos y congregaciones de multitud de personas en Lima, así como en otras regiones.
Las muertes -más de 40- tienen lugar en medio de las fuertes protestas que se están produciendo en todo Perú tras la destitución y detención del expresidente Pedro Castillo el pasado 7 de diciembre. Los manifestantes piden a Boluarte la disolución del Congreso y la convocatoria de nuevas elecciones generales.