El presidente de Colombia, Gustavo Petro, comenzó el año gobernando a bordo de un avión a miles de kilómetros de distancia de la nación neogranadina. Solo en enero, el mandatario registra la visita a siete países con cortas estadías en la Casa de Nariño que reducen a menos de dos semanas su permanencia en la tierra que gobierna. Mientras tanto, su esposa, Verónica Alcocer, pone en práctica el más descarado nepotismo, ubicando en cargos gubernamentales a sus amigos.
En esta dirección va el año 2023 para Petro, quien ya desembarcó en Brasil, Venezuela, Chile, Suiza, Francia y Argentina, y aún le queda pendiente una parada en Ecuador el próximo 31 de enero para encontrarse con su homólogo Guillermo Lasso con el fin de conversar sobre asuntos de «cooperación».
«Literalmente nos gobiernan por Twitter», cuestiona el abogado y analista político Daniel Briceño, desde la red social, tras señalar que «mientras el país se cae, el presidente está de viaje».
La Celac fue más importante que el Metro
A Petro nada le cambia su itinerario internacional. Hace a un lado los compromisos nacionales para priorizar sus viajes al exterior. Así ocurrió con la reunión que tenía prevista con la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, para discutir el futuro de la primera línea del Metro de la capital colombiana, que está en manos del consorcio China Harbour Engineering Corp y va de mal a peor.
«Por agenda del señor presidente nos acaban de cancelar la reunión prevista para hoy sobre el Metro de Bogotá. Quedó reprogramada para el miércoles 25 de enero al final de la tarde», divulgó López.
La cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) resultó más importante para Petro, a pesar de que el consorcio chino a cargo del proyecto falló en la consignación de los documentos que evidenciarían los préstamos bancarios, emisiones en el mercado de capitales y recursos de deuda de fondos de capital privado que respaldaría la obra.
Además, para esta fecha se debían conocer los diseños y estudios de la primera línea, así como un estudio adicional que solicitó Petro para evaluar si el tramo desde la calle primera hasta la calle 72, por la avenida Caracas, podría hacerse subterráneo y no elevado, un cambio que representaría hasta 10 billones de pesos adicionales y un retraso de siete años para su inauguración.
Intereses ideológicos
Los viajes de Petro tienen intereses ideológicos. Su primera salida, el 1 de enero a Brasil, fue para acompañar al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en su toma de posesión. El 7 de enero emprendió un viaje extraordinario a Caracas para reunirse con Nicolás Maduro con el fin de reafirmar la apertura de la frontera.
Gustavo Petro partió el lunes 9 de enero a Chile para una visita de Estado, enfocada en la «solidaridad», pero regresó a Colombia antes de tiempo por una emergencia ambiental.
Una semana después, el 16 de enero, el mandatario colombiano emprendió su cuarto viaje del año al exterior con rumbo a Davos (Suiza), donde intervino en el Foro Económico Mundial, enfocando su discurso en la sustitución del «capitalismo» por otro que, según su propuesta, sea «descarbonizado».
De ahí partió a Toulouse, Francia, donde se cruzó con Carole Delga, presidente del Consejo Regional de Occitania). “Francia celebra que el gobierno de Gustavo Petro retome prioridad para implementación del Acuerdo de Paz. Francia dice estar dispuesta a brindar asistencia técnica y financiera tanto en la reforma agraria como en la transición energética”, dijo en un comunicado la Casa de Nariño.
Los amigos de la primera dama en el gobierno
En medio de la larga ausencia de Gustavo Petro por sus viajes, trascienden las maniobras de su esposa, la primera dama Verónica Alcocer, quien aumenta la lista de amigos cercanos en cargos del gobierno con la designación de la Eva Ferrer, experta en marketing y comunicación política que sumió como la nueva consejera presidencial de la reconciliación nacional.
En esta posición, Ferrer, de origen catalán, percibirá 12 millones de pesos colombianos (2.600 dólares). La pareja presidencial la conoció en 2012 durante un viaje a Barcelona, cuando Petro asistió a un encuentro con aliados en calidad de alcalde de Bogotá.
Con la aspiración de Petro a la Presidencia, pasó a convertirse en la encargada de las redes sociales y relaciones públicas de Verónica Alcocer y también formó parte del equipo de empalme que coordinó Luis Fernando Velasco, hoy alto consejero presidencial para las regiones.
Esta amiga de la primera dama se suma a la controvertida designación de su vecina Concepción Baracaldo como directora del El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), pese a su falta de experiencia en los temas de la niñez. Completan la lista Ligia Margarita Quessep, amiga de la infancia de Verónica Alcocer, nombrada embajadora en Italia; y Jorge Quessep, hermano de Ligia y actual director del Departamento Administrativo de Prosperidad Social en Sucre, tierra natal de la esposa del presidente.