El globo chino que flota desde hace varios días sobre Estados Unidos está ahora en las principales portadas estadounidenses. El anuncio del Pentágono no solo generó preocupaciones al asegurar que se trata de un aparato de vigilancia, también está creando nuevas fricciones políticas por la violación al espacio aéreo que implica, sin mencionar el choque diplomático entre Washington y Pekín.
Por si eso fuera poco, EE. UU. detectó un segundo globo chino que está volando sobre América Latina. “Ahora evaluamos que es otro globo de vigilancia chino”, dijo el general Patrick Ryder, portavoz del Pentágono en un comunicado a CNN. No dio detalles sobre la ubicación exacta, pero según la cadena, » no parece dirigirse actualmente» hacia EE. UU.
Desde China tampoco responden sobre la incógnita del globo chino sobre la región. La única referencia que hicieron fue al primer artefacto al que calificaron «de naturaleza civil, utilizado para investigación científica, como asuntos meteorológicos» y que se terminó desviando «por vientos del oeste». El resto de detalles son un misterio mientras el presidente Joe Biden hace silencio y se niega a derribarlo como exigen los republicanos. Los pocos detalles publicados, han salido solo del Departamento de Defensa.
Nueva ubicación
Para las autoridades estadounidenses no es una opción derribar el primer globo porque según ellos los escombros podrían provocar “lesiones o muertes civiles o daños materiales significativos”. Pero los opositores a Biden rechazan ese argumento.
El propio expresidente Donald Trump exhortó a tumbarlo, igual que el senador Marco Rubio y varios republicanos en el Congreso. Algunas incluso alertan sobre riesgos biológicos al desconocerse si contiene algo en su interior. Pero sea acertado o no este planteamiento, el ingreso no informado de un objeto extranjero constituye de por sí una violación a la soberanía del espacio aéreo. Desde la Casa Blanca no han sido firmes al respecto.
Según explicó este viernes el Pentágono, «el globo continúa moviéndose hacia el este y actualmente se encuentra sobre el centro de los Estados Unidos continentales» a unos 60000 pies de la superficie.
Dictaduras en silencio
Ningún presidente de América Latina se ha pronunciado sobre el segundo globo chino. Justo el régimen de Xi Jinping se ha encargado los últimos años de tender puentes con aliados de la región, especialmente dictaduras como la venezolana, cubana y nicaragüense. De manera que el silencio es total por los momentos.
Donde si hay idas y vueltas es entre Washington y Pekín, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, estaba por viajar al país asiático pero frenó su visita por el tema del globo espía. Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China aseguró que “nunca” confirmó el recibimiento de Blinken.
Todo el suceso «desinfla las esperanzas de un deshielo diplomático», tal como retrata la agencia Reuters. La reacción de EE. UU. a lo que parece ser una misión de espionaje inoportuna «tendrá consecuencias persistentes para los esfuerzos por estabilizar los lazos, que ya se encuentran cerca de mínimos históricos», agrega. Una aseveración oportuna considerando que desde la Administración Biden no hay una posición dura hacia el expansionismo chino.