Indultar a 12 presos del llamado estallido social de 2019 y a un miembro de Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), con amplio prontuario, no sólo sepultó el discurso de seguridad del presidente Gabriel Boric sino que además quebró a los dos bloques que respaldan su gobierno –Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático– para el segundo proceso constitucional que requerirá medir en las urnas el peso de los partidos.
Ninguna gestión ni mediación del mandatario para conformar una coalición única sirvió. Ante el Servicio Electoral (Servel) se formalizó la inscripción de dos listas oficialistas que competirán en los comicios del próximo 7 de mayo, donde se elegirán a los nuevos 50 consejeros constitucionales con paridad y escaños indígenas para elaborar otro proyecto de carta magna tras el fracaso del «Apruebo» en el plebiscito de salida de septiembre.
Con lemas pero sin unidad
Con el lema «Unidad para Chile» se inscribieron el Partido Socialista (PS), Partido Liberal (PL), Partido Comunista (PC), Convergencia Social (CS), Revolución Democrática (RD), Comunes, Acción Humanista, Plataforma Socialista y Federación Regionalista Verde Social.
Sin embargo, esa «unidad» quedó a medias. El Partido por la Democracia (PPD), Democracia Cristiana (DC) y el Partido Radical se inscribirse ante el Servel con el slogan «Todo por Chile», dejando claro el quiebre entre el PS y el PPD, aliados históricos, que por primera vez irán separados a unas elecciones, tensionando la alianza denominada Socialismo Democrático.
Los indultos de Boric los fracturó. El Socialismo Democrático sugirió una reorganización del gabinete después del decreto del beneficio judicial y de la filtración de un audio de la Cancillería, donde la titular de exteriores, Antonia Urrejola, insulta al embajador de Argentina en Santiago, Rafael Bielsa. Los comunistas rechazaron el exhorto y, desde entonces, la fisura creció sin vuelta atrás.
De hecho, a las 00:00 horas de este martes 7 de febrero, el directo nacional del Servel, Raúl García, dio por cerrado el plazo para la formalización de pactos y declaración de candidaturas.
Un golpe directo a Boric
La fractura entre las fuerzas aliadas de Gabriel Boric como consecuecia de los indultos representa un golpe bajo para el mandatario, cuando este año enfrenta otros desafíos políticos enormes, entre ellos, la aprobación de reformas claves (pensiones, salud y tributaria), así como el aumento de la aprobación ciudadana para enfrentar los comicios municipales donde se escogerán alcaldes, gobernadores regionales (GORE) y a los consejeros regionales (CORE) en octubre de 2024.
No hay condiciones para más «desprolijidades» administrativas ni tampoco para mayores conflictos entre los partidos después de las últimas negociaciones haber expuesto las falencias estructurales del Ejecutivo para cohesionar a sus aliados.
Sin embargo, descartar más rencillas o división es casi imposible, cuando «hay un déficit estructural en la composición de la coalición», señala el analista y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, en El Líbero, tras recordar que el Socialismo Democrático no llegó al poder, sino Apruebo Dignidad, conglomerado que invitó al sector a formar alianza, pero al ser de «troncos ideológicos distintos va a ser difícil que puedan cuajar en una sola gran coalición. La formación de dos listas es prueba clarísima».
La única esperanza para el gobierno es que el nuevo consejo que será electo trabajará en conjunto con una Comisión Experta (encargada de redactar un anteproyecto) y el Comité Técnico de Admisibilidad (encargado de revisar las normas aprobadas por la comisión y el consejo Constitucional).