OSCAR ELÍAS BISCET,
El pueblo ucraniano durante los 365 días, un año largo y traumático de guerra, 24/02/2022, demuestra un desbordamiento de voluntad para mantener la soberanía nacional con la integridad territorial y la nación libre, con una pujanza patriótica de esperanza por retener el Estado de Ucrania ante la agresión injustificada y vilipendiosa de Rusia putinista.
El dolor, el llanto, el destierro y las muertes de muchos ucranianos no han agotado las energías de la grandeza moral de una nación que resiste heroicamente por su libertad. La guerra ha desplazado a 26 millones personas en un año, 18 millones al extranjero, 9 millones a Polonia, los refugiados en su mayoría son mujeres y niños, con la presencia horrible de más de 9.000 muertes en la población civil e incluyen a 453 niños.
Muchos piensan que pueden persuadir a la paz a Vladimir Putin y sus compinches belicistas de su régimen tiránico. Al parecer olvidan los anhelos imperialistas de Putin y su régimen, donde llevaron a sus tropas castrenses de ocupación a las guerras contra Chechenia (1994-1996 y 1999-2004), Georgia (2008), Crimea ucraniana (2014) y desde el 2022 hasta hoy por toda Ucrania.
Según algunas opiniones de personalidades políticas y militares europeas y estadounidenses al cumplirse el primer aniversario de la invasión ilegítima de Rusia a Ucrania, Putin retomó la retórica nuclear que diseña la nueva realidad cuando retiró a su país del tratado de desarme nuclear New Start, 2010, y revocó el decreto de reconocimiento de la soberanía de la República de Moldavia del 2012. Estos actos hacen pensar que Putin irá por un escalamiento mayor de la guerra. Antes lo hizo con la derogación del Memorándum de Garantías de Seguridad o Memorando de Budapest, 1994.
Rusia ganará en Ucrania, aunque tenga que llegar a Polonia, según Dmitri Medvédev, Vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia, presidente de Rusia (2008-2012), manifestó que “Alcanzaremos la victoria”, la cual “Todos queremos que esto suceda lo antes posible y ese día llegará”, para continuar afianzando: “Alejar las amenazas de las fronteras de nuestro país lo más posible incluso si se trata de las fronteras de Polonia”.
Algo que está claro para las personas civilizadas y amantes de la justicia es la exposición del portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Ned Price, quien aseguró que Estados Unidos no reconoce y nunca reconocerá la supuesta anexión de la península por parte de Rusia”. Y ratifica: “Crimea es Ucrania”.
Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, dijo que “Ucrania no está ni estará sola, porque también está defendiendo los valores de libertad y democracia sobre los que nacen la identidad europea y los cimientos del derecho internacional, sin los cuales solo sería válida la fuerza militar y todos los Estados del mundo correrían el riesgo de ser invadidos por sus vecinos”.
El plan de paz de China es simplón y busca apuntalar a Putin como su socio estratégico para la formación del nuevo orden mundial autocrático; además, sigue sin condenar la brutal guerra violadora de la Carta fundacional de la Naciones Unidas (ONU) y no reconoce a Rusia como un agresor de una invasión ilegítima. Tampoco sugiere la devolución del territorio soberano ocupado al Estado de Ucrania.
El Jefe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, habla sobre las propuestas y puntos presentados por Pekín: “China no tiene mucha credibilidad porque no fue capaz de condenar la invasión ilegal de Ucrania. Y también firmó unos días antes de la invasión un acuerdo (…) sobre una asociación ilimitada con Rusia”.
Sin embargo, Rusia ha recibido armas de Irán y Corea del Norte y en esa asociación ilimitada con China no se descarta la posibilidad del envío de armamento letal chino; por eso el propio mandatario estadounidense, Joe Biden , y el secretario de Estado, Antony Blinken, han señalado públicamente que las transferencias de armamento militar chino a Rusia habrían consecuencias o coste real para China.
La Asamblea General de la Naciones Unidas (ONU) aprobó la resolución “Principios de la Carta de las Naciones en la que se basa en una paz general, justa y duradera en Ucrania” (24/02/2023). Una amplia mayoría de países se adhirió a favor de la resolución, 141 votos; en contra 7 y abstenciones 32 votos. El régimen de Cuba estuvo entre las abstenciones en violación de su propio compromiso constitucional de defender la soberanía e integridad territorial de los Estados y se ha convertido en un burdo satélite de Putin.
En un año de guerra imperialista rusa contra Ucrania hay bastantes pruebas de crímenes contra la paz y están registrados como sanciones en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y en la Corte Penal Internacional (CPI), definidos como crimen de agresión, crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio. Ninguno de esos actos abominables debe permanecer sin justicia.