LA HABANA.- Sectores de la sociedad civil independiente de Cuba y de la oposición dentro de la Isla no ven una estrategia ni una plataforma claras para promover el intercambio con el Gobierno de Estados Unidos a través de su embajada en La Habana, reseña el portal web Diario de Cuba.
Esa es la visión del político socialdemócrata y vicepresidente del Consejo para la Transición Democrática, Manuel Cuesta Morúa, quien ofreció sus impresiones tras los últimos comentarios ofrecidos por Brian A. Nichols en la Universidad Internacional de Florida sobre la política de Washington respecto a La Habana.
«La política de Estados Unidos siempre ha sido consistente, una política de Estado que ha puesto en primer lugar el tema de los derechos humanos, los presos políticos y la democratización. Por mucho tiempo ha sido Estados Unidos, muchas veces, el único país que de manera pública ha expuesto en la arena internacional el tema de los derechos humanos como uno de los temas fundamentales a la hora de tratar con Cuba», dijo Cuesta Morúa.
«Esa es la política de Estado, evidente, tanto en gobiernos republicanos como demócratas y creo que ahora estas declaraciones son consistentes con esa política de Estado. Sin embargo, eso no necesariamente se traduce en una estrategia política hacia la sociedad civil, hacia la oposición en Cuba. Ha habido momentos de una interlocución mucho más estrecha, muchos más amplia, basada en la visión de cómo apoyar y al mismo tiempo reconocer y darle legitimidad a la oposición. Por tiempos esto ha oscilado, ha cambiado, según sea la Administración y según sea el momento político», consideró.
«En la actualidad es cierto que ha habido un apoyo claro a los familiares de los presos políticos, una mención directa a los presos emblemáticos que hoy mismo están en prisión, sin embargo, por otro lado, no creo y no veo, así lo han manifestado algunos actores de la sociedad civil, una estrategia, una plataforma de intercambio entre los actores de la sociedad civil al interior de Cuba y la embajada. Es lo que me han comentado muchos activistas», añadió.
Para el líder del Partido Arco Progresista, «hay una posición más táctica del Gobierno de EEUU y su embajada en La Habana, atendiendo quizá a conflictos más inmediatos, más puntuales y mayores como es el éxodo desenfrenado de cubanos y todo lo que tiene que ver con los temas de seguridad nacional».
«Creo que, en ese sentido, el Gobierno de Estados Unidos ha preferido congelar en estos momentos esa relación más estratégica con la sociedad civil al interior de Cuba. Por lo menos es lo que estoy viendo en lo que supone este último año, una vez se ha restablecido el funcionamiento de la embajada», dijo.