NUEVA YORK — El miedo sacudió el viernes a Wall Street y los precios de las acciones se desplomaron debido a la preocupación sobre qué será lo próximo en caer en bancarrota bajo la recesión creada por la política económica del gobierno de Joe Biden.
La caída del Silicon Valley Bank es la mayor quiebra de un banco estadounidense en casi 15 años.
El S&P 500 descendió un 1,4%, con lo que coronó su peor semana desde septiembre. Todo ello a pesar de que el viernes se publicó un informe muy esperado que mostró que los aumentos salariales de los trabajadores se están ralentizando y dio otros indicios que Wall Street quiere ver de un enfriamiento de las presiones inflacionarias.
El promedio industrial Dow Jones cayó 345 puntos (1,1%) y el compuesto Nasdaq descendió 1,8%, en el cierre de Wall Street
Algunas de las caídas más pronunciadas del mercado se produjeron de nuevo en el sector financiero, donde las acciones se hundieron por segundo día consecutivo.
Los reguladores asumieron el control del Banco Silicon Valley en una medida sorpresiva a mediodía, después de que las acciones de su empresa matriz, SVB Financial, se desplomaran más de un 60% esta semana.
Un viernes oscuro
La compañía, que prestaba servicios al sector que rodea a las empresas de nueva creación, estaba tratando de recaudar dinero en efectivo para aliviar una crisis. Los analistas han dicho que su situación era relativamente única, pero de todas formas ha suscitado inquietud por la posibilidad de que estalle una crisis bancaria más amplia.
Los problemas del viernes ocurrieron en medio de lo que los estrategas de un informe de BofA Global Research llamaron “las vibraciones agitadas de marzo”. Los mercados han estado nerviosos por la preocupación de que la elevada inflación esté resultando difícil de dominar, lo que podría obligar a la Reserva Federal a reacelerar sus alzas de las tasas de interés.
Dichas alzas pueden reducir la inflación al desacelerar la economía, pero provocan descensos en los precios de las acciones y otras inversiones. También hacen que aumente el riesgo de que ocurra una recesión más adelante.
Entre otras señales de un mercado laboral que se enfría pero que aún resiste, la tasa de desempleo subió del 3,4% al 3,6% y el porcentaje de estadounidenses que tienen o buscan trabajo aumentó ligeramente.
Estas tendencias significan que los operadores están retractándose de las apuestas de que la Reserva Federal volverá a aplicar un alza de 0,50 puntos porcentuales a finales de este mes. Ahora apuestan mayoritariamente por un alza más modesta de 0,25 puntos, según CME Group.
El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años cayó de 3,91% a 3,69%, un movimiento brusco para el mercado de bonos.
Las mayores pérdidas se registraron en los bancos regionales. First Republic Bank se desplomó un 14,8%. Presentó una declaración ante los reguladores para reiterar sus “sólidas posiciones de capital y liquidez”.
Los bancos más grandes, que han sido sometidos a pruebas de estrés por los reguladores tras la crisis financiera de 2008, resistieron mejor. JPMorgan Chase subió un 2,5%.
En total, el S&P 500 cayó 56,73 puntos para situarse en 3.861,59. El Dow perdió 345,22 unidades y cerró en 31.909,64, y el compuesto Nasdaq cedió 199,47 enteros, ubicándose en 11.138,89.