El pedido de detención de la Corte Penal Internacional, aunque parece que no lo afectará en Moscú y alrededores, limita considerablemente las posibilidades de movimiento del mandatario ruso, Vladímir Putin. Desde que se embarcó en la sangrienta invasión que sacudió al mundo, el ahora «presunto responsable» de la deportación ilegal de niños ucranianos casi no se ha movido de su país. Pero ahora, ante la orden de arresto en su contra, el ruso podría quedar confinado a su país y al ámbito de sus socios más inmediatos.
Aunque la CPI no cuenta con poder de policía propio, los 123 países que firmaron el Estatuto de Roma, tienen la obligación de detenerlo. No solamente dentro del suelo del territorio nacional propiamente dicho, sino que están obligados a tomar acciones en el campo aéreo. Es decir, en caso de que Putin sobrevuele cualquiera de estos países, las autoridades deberán hacer lo posible para detenerlo y entregarlo.
Sobre María Lvova-Belova, comisionada presidencial para los Derechos del Niño en Rusia, tiene el mismo pedido de captura que el mandatario, producto de la investigación vinculada a la deportación ilegal de menores. Aunque Ucrania no forma parte de la Corte Penal Internacional, Volodímir Zelenski ya ordenó que su país acepte la jurisdicción del tribunal especial. «Quienes creen que es imposible que Putin sea detenido por los actos cometidos en Ucrania no entienden la historia”, aseguró hoy el fiscal de la CPI, Karim Khan.
Desde la invasión a Ucrania, condenada por la mayoría de los países civilizados del mundo, Vladímir Putin solamente pudo visitar Biolerrusia, Tayikistán, Turkmenistán e Irán. Además de la imposibilidad de sobrevolar por cualquiera de las 123 naciones que firmaron el Estatuto de Roma, el mandatario ruso ya ni siquiera puede volver a estos cuatro países amigos. Es que la República de Tayikistán, que declaró su independencia de la Unión Soviética en 1991, firmó el Estatuto de Roma en noviembre de 1998 y lo ratificó en mayo del 2000.
Mientras tanto, los rumores sobre el estado de salud de Putin continúan. Ante la orden de arresto y el complicado escenario que tiene en el ámbito internacional, no son pocos los que se preguntan en Rusia si el actual mandatario podrá volver a salir del país en lo que le queda de vida.