Encuesta: Aprobación de Biden cae casi a su nivel más bajo
WASHINGTON — La desaprobación de la administración de Joe Biden por parte de la mayoría de los estadounidenses no sale de niveles récord y lejos de disminuir, se incrementa. Así lo demuestran diversas encuestas, entre ellas, una reciente de Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research.
Según este sondeo, que otorga cifras mejores para Biden que otros realizados a finales de febrero, el 62% de los consultados desaprueba el trabajo de la Casa Blanca.
Biden ha registrado los niveles más bajos de respaldo de cualquier presidente en la historia política del país, sin embargo, su gobierno intenta proyectar una sensación de estabilidad en medio de quiebras bancarias y la persistente inflación, causadas por su errada plataforma económica de cambio climático, excesivos gastos e inversiones irrentables, ayudas internacionales y la guerra que emprendió desde el principio contra las petroleras estadounidenses dispararon el precio de los combustibles mucho antes de la guerra en Ucrania.
Su animadversión a la industria de combustibles fósiles tuvo que retroceder, tras la escalada de precios en 2022 que pusieron su respaldo popular en cifras extremadamente bajas y ante las críticas de legisladores de su propio Partido Demócrata.
Ucrania ha sido el descalabro político mayor para el gobierno en Washington que ha destinado ya más de 140.000 millones en la guerra del llamado Granero del Mundo, sin ningún resultado palpable, mientras Rusia acaba de firmar un acuerdo energético con China de gas y petróleo que además da luz verde a un gigantesco gasoducto desde la Siberia hasta el país asiático (Fuerza de Siberia 2).
Políticas de Biden hunden al país
En el plano interno, la inflación continúa y la Reserva Federal sigue subiendo las tasas de interés para intentar contenerla. Este miércoles, el Banco Central estadounidense ubicó la tasa referencia en 5%, un rango no visto de la década de 1980. Además de la intervención reciente tras la quiebra de tres bancos, dos de ellos dedicados al sector de tecnología y criptomonedas (Silicon Valley Bank y Signature Bank, y un cuarto (First Republic Bank) que tuvo que ser rescatado por otras 11 entidades financieras con 30.000 millones de dólares, pero que no logra estabilidad en los mercados.
En el Capitolio, la tirantez y la pugna partidista lleva dos años de intensidad extrema y el primer Proyecto de Ley que los republicanos lograron pasar en ambas Cámaras recibió el veto de Biden, otra de las tantas respuestas del mandatario que contrastan con su llamado al bipartidismo y a la unidad prometida durante su campaña electoral.
La oposición republicana intentaba revocar una norma aprobada por los demócratas por la cual los gestores de fondos de pensiones tienen que considerar temas ambientales y sociales a la hora de elegir sus inversiones.
Apenas un 38% aprueba la gestión de Biden contra un 45% en febrero y el 41% en enero, según Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research. El nivel más bajo, de 36%, fue en un julio, cuando el aumento de los precios de la gasolina, los alimentos y otros rubros se abatió sobre los hogares estadounidenses.
Sin embargo, otras encuestas arrojan números mucho peores para Biden y su gobierno, que en vez de solucionar los problemas reales a los estadounidenses se ha dedicado a provocar una costosa guerra en Ucrania, regalar dinero a organizaciones internacionales y gobiernos, y fomentar medidas que desestabilizaron la economía estadounidense, desde que se recuperaba de manera formidable tras la pandemia, gracias a las medidas de la administración del presidente Donald Trump.
Algunas de las conclusiones hechas por este estudio indican que los encuestados tienen sentimientos muy encontrados sobre Biden, su impacto negativo en la economía y en la política, aumentando las divisiones y el unipartidismo en el Congreso en Washington.
El gasto de la administración Biden ha llevado la deuda pública estadounidense por encima de los 32 billones de dólares con prioridades alejadas de la realidad y los intereses de los estadounidenses, como los 810 millones entregados a islas del Pacífico para potenciar la pesca del atún y proteger «supuestamente» el medio ambiente.
Se suman 72 millones para subvencionar durante seis meses a policías y soldados libaneses. Otros 6.000 millones para «cuidar los océanos» y miles de millones de dólares a organizaciones que defienden la igualdad de género o la causa LGTBQ. Pero la lista es extensa en diversos sectores.
El gobierno de Biden insiste en inversiones a largo plazo sin beneficios ni rentabilidad comprobadas y sin ninguna garantía de que billones de dólares de los contribuyentes no caigan en un enorme abismo.
Crece insatisfacción entre la mayoría de estadounidenses
La mayoría de los estadounidenses sufre la peor inflación en las últimas cinco décadas con una canasta familiar que se reduce y se encarece mes por mes. Para dar una idea, una botella de dos litros de Coca-Cola que hace tres años atrás costaba $1,29 ahora el valor en muchos supermercados es de casi cuatro dólares, sin entrar en detalles de los precios de las carnes, los embutidos, los granos, el pan, etc., que entre 2021 y 2022 subieron más de un 70%.
Sólo el control de los republicanos en la Cámara de Representantes ha podido frenar el descalabro económico y financiero del país, cuando dos años atrás la izquierda y la extrema izquierda aprobaron leyes unilaterales en el Congreso de Washington sin mirar siquiera el voto republicano.
Los demócratas utilizaron cojines congresuales con el pretexto del COVID-19 para aprobar leyes de manera unipartidista. Ahora el enfrentamiento sobre la gigantesca deuda entre la Casa Blanca y los republicanos promete un desgaste muy poco aconsejable para la nación, pero a la vez necesario para contener las desacertadas medidas del actual gobierno.
Apenas el 31% aprueba el manejo de la economía por Biden, más o menos el mismo nivel que el año pasado, cuando otros sondeos, incluso entre demócratas, se referían a un alarmante 22% acompañada de una inflación que llegó al 9,1% en junio de 2022 con el precio promedio nacional de la gasolina por encima de 5 dólares. En estados como California los consumidores pagaron por encima de 7 dólares el galón regular.
La diferencia entre la aprobación general de Biden y la aprobación de la economía es impulsada en gran medida por los demócratas, el 76% de los cuales dicen que aprueban su gestión como presidente, en tanto el 63% aprueba su manejo de la economía.
Entre los republicanos, hay un consenso general de insatisfacción con la pésima labor de Biden en la economía y en otros temas como el caos durante dos años en la frontera y su costo social (considerable auge del tráfico de personas y drogas, entre ellas el mortal fentanilo) y económico, la escasez de productos, la salida de Afganistán, las divisiones políticas, la extrema violencia en grandes ciudades como Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Portland con el respaldo de fiscales «progresistas» (socialistas), junto a la guerra incentivada en Ucrania.
Y a pesar de que el gobierno de Biden ha priorizado la política exterior y el cambio climático por encima de necesidades cruciales de los estadounidenses, sólo un 39% de la población aprueba su manejo de cartera de exterior del mandatario y el 41% el del cambio climático.
El 74% de los votantes demócratas y el 9% de los republicanos respaldan el manejo de las relaciones exteriores, en tanto el 67% de los electores demócratas y el 17% de los republicanos aprueban su manejo del cambio climático, según este sondeo.
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