Oscar Elías Bisect,
Existe un titular beisbolero sobre la derrota del equipo del régimen de Cuba que manifiesta en su esencia descriptiva: la decadencia del sistema castrocomunista. Esta evidencia objetiva es propia de un régimen en colapso y la convivencia en un país en estado fallido. Ese título es: “Estados Unidos aplastó a Cuba en el Clásico Mundial de Béisbol y Avanzó a la Gran Final”.
Por supuesto, si extrapolamos la nota deportiva del V Clásico Mundial de Béisbol al nuevo escenario mundial surgido después de la invasión ilegitima de Rusia putinista a Ucrania, 24 de febrero de 2021, 453 días de guerra, estamos seguros que la libertad y la democracia representativa saldrán más fuertes de este suceso bélico impuesto por Vladimir Putin y apoyado por muchos regímenes tiránicos, como Cuba comunista.
En realidad, el evento deportivo en la ciudad de Miami de por sí solo no cobra una gran importancia sino los actos cívicos relacionados con él. El deporte revolucionario siempre fue un arma político ideológica del régimen cubano y los equipos y deportistas son embajadores escogidos por sus afinidades con el sistema castrocomunista y podemos definirlos como equipos castristas.
El pueblo cubano exiliado mostró su profundo sentimiento patriótico ante una representación directa en tierra de libertad de la tiranía castrocomunista, el equipo de béisbol castrista, a pesar del contubernio secreto con las autoridades administrativas del estadio de los Marlins, de mutilación de la libertad de expresión y manifestación, ambos conspiradores no pudieron acallar los anhelos de libertad del pueblo cubano en el estadio LoanDepot Park de Miami.
¡Libertad!, Libertad!, ¡Libertad!, fueron las voces de protesta cívica y amor patrio de los exiliados en el estadio de Miami, que penetraron como rayos de luz de esperanza en las casas de los cubanos que observaban el encuentro deportivo por televisión en la isla comunista. Ni la censura del régimen ni de los administrativos del LoanDepot Park en las trasmisiones televisivas, pudieron ahogar los gritos de libertad que desbordaron de alegría y esperanza a muchos que sueñan y trabajan por una Cuba libre.
Los exiliados en Miami se manifestaron pacífica y civilizadamente con varios métodos de protestas, desde las voces y carteles de condena a la dictadura castrocomunista, hasta tres conciudadanos que se lanzaron al terreno para demostrar su desaprobación por la falta de libertad y las centenas de prisioneros políticos del régimen castrista e incluso en los cielos sobre el estadio sobrevoló un avión con una pancarta de condena a la tiranía. Estos últimos eventos fueron ocultados a los televidentes en la isla comunista.
Un éxito de liberación fue las protestas en Miami. Mientras la cubanía ardía en los compatriotas exiliados y daban una paliza política de libertad contra la tiranía castrocomunista en el estadio miamense, en Cuba durante la farsa electoral, 26/03/2023, se rebelaba el pueblo, a pesar de la orden de combate y el terror de estado, y propinó una rebelión pacífica de unas vacías de alrededor del 25%.
En Cuba existe una tiranía totalitaria comunista de más de 64 años de estancia en el poder del Estado y controla a toda la sociedad y al país a través del Partido Comunista (PCC) y su brazo bélico operativo y de inteligencia, la policía política (DSE); aunque en secreto, las acciones de control del PCC y el país son de la DSE y el principal cabecilla heredero del país-estado, el general Raúl Castro.
El régimen tiránico castrocomunista tiene una profunda habilidad macabra para hacer fraude y presentarse como un sistema democrático; según el PCC y su Colegio Electoral Nacional (CEN), el resultado de su farsa electoral fue el siguiente: en el listado electoral general, estaban inscriptos 8.164.786 total (100%) y ejercieron el voto 6.120.072 (75.94%). ¿Cómo sería el fraude?, hasta anunciaron la no asistieron a la votación de 1.955.196 personas (24.07%).
Del 75.94% de los que asistieron, el 90.28% resultó valido; 505.068 (6.22%) fueron en blanco y anulados 284.202 (3.50%). El voto unido, 5.375.516 (72.10%) y el voto selectivo, 1.499.768 (27.90%). Esta votación fue para reafirmar a 470 candidatos seleccionados por las comisiones electorales del partido comunista para 470 puestos existentes en la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).
En un análisis sencillo, rápido y objetivo podemos afirmar que 1.955.196 personas se rebelaron con dignidad ante la cruel tiranía comunista de Castro Díaz-Canel y sus secuaces del PCC, demuestra que existe un despertar ciudadano por la conquista de sus libertades y derechos humanos básicos.
Del mismo modo, cuando hacemos una suma de los ciudadanos que no se presentaron en la farsa electoral, 26/03/2023, con los votos en blanco y anulado, representa una amplia multitud de personas contrarias al régimen tiránico castrocomunista en un número de 2.744.466 de la población con derecho al voto (33.79%).
En Cuba existe un descontento profundo, enmascarado por el miedo y a pesar de la intensa y numerosa propaganda del PCC y su régimen por todos los medios de información oficialista, incluso hasta las horas de espacios como la novela, el deporte y de madrugada, hostigaban con la incitación de votar y hacerlo unido, por todo, hubo un grupo importante que no los complació y votó selectivamente, 1.499.768 (27.90%), que con la adicción de la población que no les dio su apoyo participativo o disidente (33.79%), sería un total de 61.69 %.
¡Congratulación!, pueblo cubano por su muestra de civismo, 1.955.196 (24.07 %) personas que no asistieron a su farsa electoral y la desafiaron abierta y honrosamente. Un núcleo de una multitud cívica está en potencia, quienes junto a los exiliados que se manifestaron en el estadio de pelota y sus alrededores en Miami y otros, conllevarán al cambio real hacia la libertad y la democracia con la creación de la República de Cuba libre.