En semanas pasadas el presidente de Colombia, Gustavo Petro, hizo pública su intención de organizar una conferencia internacional para relanzar las relaciones del régimen de Nicolás Maduro con el mundo. De acuerdo a información publicada por el diario colombiano El Espectador, la conferencia se realizará a finales de este mes, específicamente a partir del 24 de abril.
La iniciativa, que se muestra a todas luces como la jugada más elaborada que se ha urdido hasta ahora para reconectar al dictador venezolano con el ámbito internacional, tendría ya confirmada la asistencia de representación de los Estados Unidos, siendo probablemente el secretario de Estado de la Administración Biden, Antony Blinken, quien asista al encuentro. De igual modo, se tiene previsto que asistan altos cargos de la Unión Europea.
Vale recordar que hasta ahora Maduro ha transitado una ruta de cierto aislamiento regional y mundial, sobre todo en el ámbito económico, desde que en 2018 decidiese organizar unas elecciones fraudulentas para permanecer en la presidencia de Venezuela. En respuesta a ello EEUU y la UE impusieron sanciones diplomáticas y petroleras al régimen chavista; sin embargo, estas se han rebelado como insuficientes para promover el cambio político en dicho país.
Así las cosas, tanto la UE como Estados Unidos han suavizado en los últimos meses su política con respecto a la tiranía venezolana. Aunque en el papel todavía la mayoría de las sanciones siguen en pie, el tratamiento hacia Maduro se asemeja actualmente al que se le da a casi cualquier presidente de la región.
La Administración Biden, por ejemplo, ha dejado en claro a través de sus funcionarios que está dispuesta a eliminar completamente dichas sanciones si el régimen opta por permitir unos comicios presidenciales limpios, competitivos y con plena participación de la oposición en el año 2024. Europa, por su parte, incluso ya se ha adelantado en esta política, enviando observadores a las cuestionadas elecciones regionales que convocó el chavismo en noviembre del año 2021, donde Maduro se hizo con 19 de las 23 gobernaciones que tiene el país.
Esto también ha coincidido con la caída en desgracia, tras cuatro años, del llamado “Gobierno interino” del opositor Juan Guaidó. En enero de 2019 Guaidó, para entonces cabeza del Legislativo venezolano, se juramentó por prescripción constitucional como presidente encargado del país frente a la usurpación en el poder que representaba Maduro. Sin embargo, tras una accidentada presidencia que nunca trascendió más allá de lo simbólico, fue defenestrado del cargo por los propios partidos de oposición a principios de este año.
En todo caso, ahora la apuesta de Petro va también de contribuir al relanzamiento de unos accidentados diálogos entre representantes de la dictadura venezolana y sectores de la oposición. Dicha iniciativa se puso en marcha en agosto de 2021 bajo el auspicio del mandatario izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y se ha mantenido prácticamente estancada desde noviembre del año pasado.
El diario El Espectador asevera que, aunque no hay confirmación oficial de los asistentes a dicho encuentro, está estipulado que países de la región como Chile, Brasil y Argentina envíen delegados a la conferencia. Vale destacar que estos tres países actualmente están presididos por gobiernos de izquierda que, aunque han emitido alguna que otra crítica a los modos de gobernar de Maduro, no ponen seriamente en cuestionamiento su permanencia en el poder.
De tal modo que, aunque los nombres exactos de quienes participarán en la cumbre no están completamente definidos, es un hecho que la misma se realizará en territorio colombiano (probablemente en la capitalina Bogotá) en los próximos días. Sin lugar a dudas este evento marcará un antes y un después para el régimen de Maduro y sus planes de permanecer en el poder en lo inmediato, en un contexto en el que Petro se ha convertido en el mejor amigo del dictador venezolano y ha relanzado con este relaciones comerciales y diplomáticas en tiempo récord.