NUEVA YORK — El expresidente Donald Trump compareció de nuevo ante la justicia este jueves para ser interrogado bajo juramento en un caso de fraude financiero de su empresa Trump Organization, una semana después de su imputación en otro caso penal.
El expresidente de 76 años, que pretende regresar a la Casa Blanca en los comicios de 2024, iba a ser interrogado bajo juramento a puertas cerradas.
El millonario republicano salió de la Torre Trump, en la 5ª Avenida de Manhattan, y poco más tarde entró en el estacionamiento del edificio que alberga las oficinas de la fiscal general de Nueva York, la demócrata Letitia James, en el distrito financiero, cerca de Wall Street.
Opositores y de seguidores acudieron a las inmediaciones, donde estaban desplegadas las fuerzas del orden en previsión de eventuales disturbios.
La fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, reclama a Donald Trump y tres de sus hijos 250 millones de dólares de indemnizaciones e inhabilitación para dirigir empresas.
James los acusa de un supuesto «fraude increíble», según sus palabras, por haber manipulado «deliberadamente» las evaluaciones de los activos del emporio familiar, que incluye campos de golf, hoteles de lujo y otras propiedades – para obtener préstamos bancarios o reducir los impuestos, según la fiscal demócrata.
«Caso ridículo»
Estos interrogatorios a puerta cerrada bajo juramente se producen en el marco de las diligencias que lleva a cabo previas a juicio, previsto para inicios de octubre.
Un caso «ridículo», «al igual que el resto de los casos de injerencia electoral de los que soy objeto», escribió Trump en su red Truth Social, que ve cómo se le acumulan los frentes judiciales en plenas primarias del Partido Republicano para obtener la investidura.
Además de su imputación histórica – es el primer presidente que se sienta en el banquillo – Trump está en el punto de mira de la justicia por su presunta implicación en el intento de revertir los resultados de la votación en 2020 en Georgia, y por su papel en el asalto al Capitolio por sus seguidores, el 6 de enero de 2021, juicios promovidos por los demócratas en un intento de frenar la carrera de Trump hacia la Casa Blanca.
Racismo
En un mensaje en su red social Truth Social, el expresidente tachó de «racista» a la fiscal de Nueva York, una afroamericana demócrata elegida en las urnas. Igualmente emplea ese adjetivo contra el fiscal que Manhattan Alvin Bragg, también afroamericano, que lo imputó la semana pasada.
El magnate ya había sido interrogado por James en agosto pasado, pero a lo largo de la audiencia invocó su derecho a guardar silencio, en virtud de la 5ª Enmienda de la Constitución estadounidense.
Este caso es distinto del proceso penal en el que fue imputado la semana pasada en el que fue acusado de 34 delitos por presunto fraude contable para esconder un pago a una actriz porno Stormy Daniel con el fin de comprar su silencio en la recta final de las elecciones de 2016 por una supuesta relación diez años antes que el magnate siempre ha negado.
Su abogada indicó que esta vez Trump responderá y no se cobijará en la Quinta Enmienda para no incriminarse.
“El presidente Trump no solo está dispuesto, sino que está ansioso por testificar ante la fiscal general hoy”, declaró la abogada, Alina Habba, en un comunicado. “Se mantiene resuelto en su postura de que no tiene nada que ocultar, y ansía educar a la fiscal sobre el inmenso éxito que ha tenido su compañía multimillonaria”.