El Gobierno venezolano ha «tomado nota» de las conclusiones alcanzadas en el foro organizado en Bogotá por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, para hablar de la crisis en Venezuela y ha reiterado que cualquier solución pasa por la «devolución» de los activos bloqueados en el extranjero y el levantamiento de «todas y cada una» de las sanciones «ilegales», que «constituyen una agresión a toda la población y obstaculizan el desarrollo, la vida económica y social».
Para el Ministerio de Exteriores venezolano, avanzar en el diálogo con la oposición pasa por cumplir «a cabalidad» los compromisos alcanzados en la mesa de negociación de México, pese a que dicho proceso permanece bloqueado desde noviembre. Ambas partes se culpan mutuamente de este bloqueo.
Caracas reclama un «fondo social» con «recursos pertenecientes al pueblo venezolano» y destinado a inversiones en servicios públicos, así como la «inmediata» liberación de Alex Saab, señalado como presunto testaferro de Nicolás Maduro pero al que el Gobierno identifica como «diplomático». Según el Ministerio, Saab permanece «injustamente detenido» en Estados Unidos.
«Está demostrado que el desarrollo de un país, el de su pueblo y el de sus instituciones constitucionales y democráticas, no se puede realizar bajo constante agresión, coerción y amenaza», ha defendido el departamento que encabeza Yvan Gil, que ha abogado por una «diplomacia de paz (…) sin agresiones, con respeto y en condiciones de igualdad».
«Solo así se pueden edificar relaciones constructivas, de cooperación y beneficio mutuo entre todos los pueblos del mundo», ha señalado.
El foro de Bogotá recoge en sus conclusiones el levantamiento de las sanciones impuestas contra el chavismo, aunque como gesto «paralelo» a otro tipo de avances. Así, llama a «establecer un cronograma electoral que permita celebrar elecciones libres, justas transparentes y con garantías» para el año 2024, una de las principales reivindicaciones de la oposición.