Asdrúbal Aguiar,
MIAMI- La Conferencia Internacional sobre el proceso político en Venezuela, celebrada en en el palacio de San Carlos, Bogotá, Colombia, el martes 25 de abril, trajo no poca polémica en torno al vínculo entre el régimen de Nicolás Maduro y el actual gobernante de Colombia, Gustavo Petro. Sobre todo tras la expulsión de ese país del opositor venezolano Juan Guaidó, que buscaba participar en el evento al que llegaron alrededor de 20 delegaciones de países de la Unión Europea, Estados Unidos y Latinoamérica.
La conferencia, según dijo el gobierno de Petro, planteaba el debate sobre la búsqueda de un camino democrático en Venezuela. No obstante, las acciones desatadas en torno al evento dejaron mucho que desear en cuanto a respeto de libertades y derechos.
En una charla con Idania Chirino, en el programa La Tarde, del medio NTN24, el abogado Asdrúbal Aguiar, secretario general de la Iniciativa Democrática de España y las Américas, IDEA, señaló que el evento no conduce a ningún cambio positivo para Venezuela y que fue «una pérdida total de tiempo» y «más de lo mismo», pues «no se avanzó ni un solo centímetro».
“Esto realmente da pena. Todo está orientado hacia la estabilización del régimen venezolano”, zanjó el letrado.
Asimismo, Aguiar planteó que «lo único nuevo ha sido el avance y retroceso del canciller Leyva alrededor de un actor central en este espacio, que era fundamentalmente Juan Guaidó. ¿Por qué razón? Hasta el día de ayer, el señor Juan Guaidó era el presidente interino de Venezuela, con una legitimidad constitucional que ningún país había puesto en tela de juicio, que lo entierran justamente los actores que fueron a negociar a México con Maduro, y de allí sale el desmontaje del interinato».
Catalogó de «una oposición a la medida» a los actores invitados a la conferencia de Petro.
Como añadió, «mientras no tengamos la garantía de unas elecciones libres, transparentes, vigiladas, sin inhabilitados, no habrá levantamiento de sanciones».
¿Qué se acordó en la conferencia?
Los acuerdos, o «posiciones en común», pautadas por el canciller de Colombia Álvaro Leyva incluyeron:
La necesidad de establecer un cronograma electoral que permita la celebración de elecciones libres, transparentes y con plenas garantías para todos los actores venezolanos. En ese sentido, se mencionó la importancia de tener en cuenta las recomendaciones de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea de 2021.
Que los pasos acordados a satisfacción de las partes vayan en paralelo con el levantamiento de las distintas sanciones.
Que la continuación del proceso de negociación facilitado por el Reino de Noruega, que ha tenido lugar en México, sea acompañada con la aceleración de la implementación del fondo fiduciario único para inversión social en Venezuela.
La Cancillería de Colombia recalcó el deseo de Petro de «que el pueblo venezolano pueda decidir libre y soberanamente qué quiere, sin presiones. También el otro riel del levantamiento de las sanciones”.
Agregó que aboga por una situación en la que “nadie, fuera de su país, los presione para tomar decisiones contrarias a su propia voluntad política. Ni nadie dentro de su país los presione para que sus decisiones soberanas terminen siendo conculcadas”, dejando muy poco espacio a las voces opositoras dentro de Venezuela y por lo tanto marcando su postura afín al régimen dictatorial en esa nación.
Aliviar sanciones a Venezuela
Como reportó la agencia AFP, las delegaciones de 20 países, incluido Estados Unidos, se mostraron a favor de aliviar las sanciones contra el régimen de Venezuela si se compromete a celebrar elecciones con garantías para la oposición en 2024, concluyeron los asistentes a una cumbre sobre el tema en Bogotá.
Las delegaciones «identificaron posiciones comunes» en torno al «levantamiento de las distintas sanciones contra Venezuela» si se satisfacen las necesidades tanto del régimen de Nicolás Maduro como de la oposición que se expusieron en las negociaciones que se celebraban en México y que entraron en un punto muerto en noviembre.
Álvaro Leyva no especificó si los diálogos serán retomados. Tampoco si Estados Unidos y el resto de países se comprometieron a levantar las sanciones. En cambio, aseguró que Petro convocará «prontamente» a una nueva cumbre con los mismos invitados con el «fin de hacer seguimiento al desarrollo de lo alcanzado» este martes.
A través de un comunicado publicado en Twitter por su canciller, Yvan Gil, el régimen venezolano aseguró «tomar nota de las deliberaciones realizadas» en la conferencia y reiteró la «necesidad imperante» de levantar las sanciones.
Al encuentro asistieron emisarios del mandatario estadounidense Joe Biden como el asesor adjunto de seguridad nacional, Jon Finer.
También el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, para quien es «evidente que un proceso de normalización democrática tendrá que venir acompañado de un levantamiento gradual de las sanciones. Todo consiste en saber el cuándo y el cómo», dijo a la prensa.
Guaidó en Miami
La reunión se desarrolló sin la participación del opositor Juan Guaidó, que el lunes cruzó la frontera desde Venezuela a pie para llegar al evento. En la noche denunció que las autoridades colombianas lo expulsaron y debió tomar un vuelo comercial hacia Estados Unidos.
Petro dijo que pese a su «entrada ilegal» al país, se le permitió que viajara a Miami por «razones humanitarias». La cancillería de Venezuela, por su parte, abrió una investigación administrativa contra Guaidó por su «entrada irregular» a Colombia.
«Evaluación y comentarios»
Según el canciller colombiano, países que asistieron a la cumbre «informarán» a Nicolás Maduro y a los «partidos y sectores de la oposición y la sociedad civil los resultados de la misma para su evaluación y comentarios».
Maduro, en el poder desde 2013, culpa a los bloqueos internacionales de la crisis económica que vive la alicaída potencia petrolera.
La oposición denuncia fraude en las presidenciales de 2018, persecución judicial y falta de garantías para participar en los comicios del próximo año.
En el encuentro de este martes, no participaron las partes venezolanas, que acumulan fracasos en negociaciones anteriores, en República Dominicana y Barbados.
Los últimos acercamientos en México se iniciaron en agosto de 2021 y terminaron en noviembre pasado con un único acuerdo sobre la liberación de unos 3.000 millones de dólares bloqueados por sanciones, una iniciativa que no prosperó.
Protestas
Colombia era el principal aliado de Guaidó en la región durante el gobierno de Iván Duque (2018-2022), cuando se rompieron las relaciones diplomáticas entre Bogotá y Caracas y se cerró la frontera entre los dos países.
En cambio, Petro se ha reunido cuatro veces con el dictador venezolano desde su investidura en agosto y reabrió los pasos fronterizos, gestos de amistad hacia su vecino antes de ser anfitrión de la cumbre del martes.
Sus acciones son vistas con recelo por algunos de los migrantes venezolanos que viven en Colombia, el principal receptor (2,4 millones) de los 6,8 millones de personas que han huido de la crisis del país, según al ONU.
A pocos pasos de la sede de la cumbre, ciudadanos venezolanos protestaron contra Maduro vestidos de negro y ondeando banderas. Frente a la estatua del «Libertador» elevaron un cartel con el mensaje «no más dictadura».