WASHINGTON — Estados Unidos abrirá centros en Colombia y Guatemala para preseleccionar a los migrantes que podrán entrar en el país una vez que se levante el 11 de mayo una norma que permite expulsar a casi todos, informó este jueves una funcionaria estadounidense.
«Estableceremos centros regionales de procesamiento en Colombia y Guatemala, pero estamos en conversaciones con otros países» de América Latina para abrir más, afirmó este jueves la funcionaria, que pidió el anonimato, en rueda de prensa telefónica.
Estados Unidos utilizará estos centros «para acelerar la preselección» para acceder a las vías legales de entrada a Estados Unidos.
Estos nuevos centros correrán a cargo de «organizaciones internacionales aliadas», precisó la funcionaria.
En ellos las personas serán atendidas por expertos que evaluarán si pueden acceder a los programas disponibles para los migrantes.
Una vez analizados los casos, «serán remitidos para el reasentamiento de refugiados u otras vías legales, como el programa Parole (NDLR: permiso de permanencia temporal), la reunificación familiar o vías laborales existentes».
Los centros regionales de procesamiento también proporcionarán información sobre las opciones locales en América Latina y el Caribe, incluidas las «oportunidades de regularización en los países anfitriones y servicios sociales» disponibles.
Los criterios estadounidenses para el reasentamiento de refugiados no cambiarán, pero Washington espera «identificar a más personas elegibles» para poder entrar en el país.
Los centros permitirán «derivar a personas de la región al programa de admisión de refugiados de Estados Unidos», informó la funcionaria, especificando que serán «principalmente ciudadanos del hemisferio occidental y los países del Caribe».
España y Canadá
El gobierno de Joe Biden cuenta además con la colaboración de aliados como España y Canadá.
Estos países «aceptarán referencias de los centros regionales de procesamiento» para la admisión de migrantes en sus territorios, afirmó la funcionaria.
El Gobierno español informó que colaborará con Estados Unidos para identificar de entre los migrantes de América Central y del Sur que buscan llegar al país norteamericano, a aquellos que puedan ser elegibles para alguna de las vías de migración regular hacia España, como la protección internacional o los permisos de trabajo y de residencia.
Según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el Ejecutivo de Estados Unidos establecerá centros regionales –gestionados con (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)– en varios países de América Central y del Sur para que, a través de ellos, se impulse esa «migración regular, ordenada y segura».
El Departamento de Estado de Estados Unidos precisa que estos «centros de tramitación» serán creados en Colombia y Guatemala.
España participa en esta iniciativa junto con Canadá y México, con el objetivo de «reforzar» los programas» que en este sentido ya existen en República Dominicana, Ecuador, Colombia, Honduras o Guatemala, según señaló el departamento que dirige José Luis Escrivá.
«El objetivo de este programa es reducir la migración irregular, que en la zona se traduce en muchas ocasiones en viajes extremadamente peligrosos y la posibilidad de ser explotados por mafias o traficantes de personas, y el fortalecimiento de las vías regulares de migración, en colaboración con los países de origen», indicó Migraciones de España a través de un comunicado.
Para el Ministerio esta es «una oportunidad para reforzar las alianzas históricas de España con los países de América Central y del Sur».
De forma similar se han expresado desde el Departamento de Estado de Estados Unidos, quienes han indicado que estas medidas tienen el objetivo de «reducir la migración irregular y facilitar vías seguras, ordenadas, humanas y legales» desde el continente americano pero a través de «rutas legales».
Estados Unidos lleva meses buscando soluciones a la esperada avalancha de migrantes en su frontera con México cuando el 11 de mayo se levante una norma sanitaria conocida como Título 42, activada para frenar la pandemia y que permite bloquear a la inmensa mayoría de los migrantes en la frontera.
«El final del Título 42 no significa que la frontera esté abierta», afirmó otro funcionario que también pidió el anonimato.
Sin embargo queda por ver si los centros de procesamiento y otras medidas, como procesos agilizados para solicitudes de asilo y operativos contra redes de tráfico de personas, lograrán frenar la entrada de migrantes procedentes de países azotados por problemas políticos y económicos.
El anuncio llega en momentos que el gobierno de Joe Biden anticipa que el flujo de migrantes hacia la frontera sur de Estados Unidos podría aumentar dramáticamente con el fin del Título 42, bajo la premisa de que sería «más fácil» ingresar al país.
El gobierno del presidente Joe Biden, fustigado por republicanos que constantemente denuncian que la frontera esta totalmente abierta y desprotegida, ha advertido repetidamente que el fin de las restricciones no significa que los migrantes deben tratar de venir a Estados Unidos, al tiempo que también han estado buscando otras rutas para la migración.
En los centros de procesamiento, los migrantes tendrán una evaluación inicial con especialistas para ser referidos a programas de reasentamiento de refugiados y otras vías legales de llegada a EEUU como el parole humanitario o reunificación familiar. Además, tendrán la opción de recibir información sobre programas de asilo en la región.
“EEUU utilizará los centros regionales de procesamiento para acelerar la preselección de las personas en busca de vías legales. Estos nuevos centros serán implementados por socios de organizaciones internacionales. Las personas hablarán con especialistas, serán evaluadas y, si son elegibles, serán remitidas para el reasentamiento de refugiados u otras vías legales”, aseguraron funcionarios de la Casa Blanca.
“La idea es que las personas no continúen su viaje por tierra. La idea de los centros regionales de procesamiento es brindar a las personas una forma legal, segura y regular de entrar a EEUU. Así que (una vez apliquen desde allí) podrán volar(al país) a través de esos centros”, afirmaron los funcionarios.
El aumento de la migración ha llegado a niveles históricos desde que el actual mandatario Joe Biden llegó a la Casa Blanca. Miles de migrantes están en México a la espera que un cita para solicitar asilo, y otros al levantamiento de las restricciones de la pandemia.
Las oficinas de inmigración estadounidenses están tan abrumadas que algunos solicitantes de asilo que cruzaron por México probablemente tendrán que esperar una década antes de poder siquiera recibir una cita para comparecer ante un juez.
Los retrasos se deben a un cambio aplicado dos meses después de que el presidente Joe Biden asumió el cargo, cuando agentes de la Patrulla Fronteriza iniciaron la práctica ya abandonada de liberar a inmigrantes rápidamente, con libertad vigilada. A los inmigrantes se les instruyó reportarse ante una oficina del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) para ser procesados para la cita judicial, labor que antes realizaba la Patrulla Fronteriza.
El fin del Título 42 representa nuevos desafíos para la Casa Blanca.