Sonia Schott,
Obviamente, el triunfo o el revés en la vida se mide de acuerdo con los parámetros de cada uno, por lo cual es difícil establecer una fórmula universal que se ajuste a todos, pero en líneas generales, se dice que el resultado depende más de la actitud que de la capacidad.
Si bien el éxito o el fracaso definen eventos y no a personas, deficiencias como la falta de preparación o falta de disciplina seguramente no facilitarán el camino.
Y aunque el fracaso, según dicen, es huérfano, a veces constituye un buen aprendizaje para conseguir el éxito.
Entonces, quién maniobra mejor entre el éxito o el fracaso; ¿la política o la economía?
Según el último reporte del Foro Económico Mundial 2023, sobre las potenciales crisis globales «a medida que avanza 2023, el mundo enfrenta una serie de riesgos”.
El informe enumera desafíos a largo plazo, como la inflación, el costo de vida, guerras comerciales, salidas de capitales de economías emergentes, disturbios sociales generalizados, confrontaciones políticas, insostenibles niveles de deuda, una nueva era de bajo crecimiento, baja inversión, desglobalización y por supuesto, los desafíos del cambio climático y el espectro de una guerra nuclear.
Ante este panorama poco alentador, más que nunca se requiere de un liderazgo efectivo y con visión de futuro.
¿Puede acaso Estados Unidos continuar siendo el faro que guíe a la humanidad, como una vez dijo Henry Kissinger?
Por lo pronto, el presidente Joe Biden ha declarado que quiere otros cuatro años en la Casa Blanca, pero la reacción general se ha centrado en un solo punto: su edad.
Seguramente Biden debe haberse hecho exactamente la misma pregunta preparando las líneas de batalla.
Su probable rival republicano, Donald Trump, ya ha dejado claro que ni su edad ni su desempeño como presidente desde 2021 lo hacen acreedor de La Casa Blanca por segunda vez.
Será un tema constante durante los próximos 19 meses,
Biden ha tenido algunos éxitos legislativos notables, incluidas las enormes inversiones en infraestructura y las medidas integrales contra el cambio climático. Las cifras de empleo también han aumentado.
En contraposición, está la preocupante evidencia de un aumento de la inflación y el anuncio amenazante de una posible recesión.
El estado de la economía siempre juega un papel importante en una campaña presidencial.
Si Estados Unidos se ve afectado por una recesión, le dará a Trump la oportunidad de atacar el manejo de la economía de Biden y afirmar que no está a la altura para administrar las finanzas del país.
Tal vez la mayor inquietud para el equipo de campaña de Biden, encabezado por Julie Chávez Rodríguez, asesora principal de la Casa Blanca, sea la tendencia del mandatario a hacer comentarios inesperados cuando habla improvisadamente.
Por lo menos, ha prometido en tres ocasiones, que Estados Unidos ayudará a Taiwán si China invade la república disidente, lo que, aunque probablemente sea cierto, violó el cuidadoso lenguaje diplomático que rige la relación de Washington con Pekín respecto a la soberanía de Taiwán.
Ahora, si se elige a Trump como el candidato republicano, la tendencia de Biden a decir lo que piensa fuera del guion podría darle material a sus enemigos para socavar sus aspiraciones de servir otros cuatro años.
Trump también es más efectivo cuando aparece en mítines o debates televisivos. Su estilo y personalidad contundente resaltan con la forma de hablar más tranquila y pausada de Biden.
En los dos años y cuatro meses de su presidencia, Biden ha dado pocas conferencias de prensa en comparación con sus predecesores, y ha aparecido en entrevistas televisivas en muchas menos ocasiones.
Sin embargo, durante una campaña presidencial se espera que haga frecuentes apariciones públicas, tomando en cuenta que probablemente esta sea una de las campañas más antagónicas de los tiempos modernos, especialmente si Biden hace o dice algo que pueda interpretarse como un signo de su edad.
En todo caso, mientras el mundo se prepara para un periodo particularmente disruptivo, aquí en el país todavía hay muchas interrogantes sobre las elecciones de 2024: ¿Será Trump acusado de más cargos?, ¿declarado culpable de un delito federal? ¿ayudará esto o dificultará su campaña para la Casa Blanca? Y, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ¿propondrá su nombre para 2024?
Por ahora, hay un futuro incierto en demasiados frentes.