En noviembre de 2022 el oficialismo y la oposición de Venezuela acordaron en la mesa de negociación de México la creación de un fondo con fines humanitarios que sería manejado por las Naciones Unidas; sin embargo, trabas en Estados Unidos retrasaron ese acuerdo que generó la paralización del diálogo hasta hoy.
Se trata de 3 millardos de dólares que serían invertidos en la recuperación del sistema eléctrico venezolano, escuelas, salud y atención a víctimas de desastres naturales. El jueves se conoció que el gobierno de Joe Biden dio luz verde a la entrega de los recursos, lo que deriva en varios nuevos escenarios.
Según la agencia Bloomberg, el gobierno de Estados Unidos aseguró a la Organización de las Naciones Unidas que las contribuciones a su fondo humanitario para Venezuela estarán a salvo de incautaciones por parte de acreedores.
De darse este paso, el gobierno de Nicolás Maduro tendría una excusa menos para volver a la mesa de negociación de México, pues entre sus peticiones estaba la entrega de este dinero, además del levantamiento de sanciones y la liberación de Alex Saab.
Según la agencia de noticias, a principios de este mes, la administracion Biden notificó a la ONU, en un cable oficial, que se permitirá que el fondo opere dentro de Estados Unidos sin temor a que sea vulnerable a los prestamistas que buscan el pago de la deuda, dijeron las personas familiarizadas con la situación.
Estados Unidos está dispuesto a trabajar con los bancos que tienen activos venezolanos, algunos de los cuales alimentarán el fondo, para garantizar su transferencia segura, dijeron las personas.
Venezuela incumplió sobre una abultada deuda de 60 millardos en 2017 y debe miles de millones de dólares en préstamos comerciales y laudos arbitrales. Desde entonces, diferentes tipos de acreedores se han centrado en los activos extraterritoriales congelados por las sanciones de Estados Unidos en su intento por cobrar las deudas del gobierno y la empresa petrolera estatal Pdvsa.
El principal activo offshore del país, Citgo Petroleum, está en alto riesgo ya que los acreedores, como Crystallex y el gigante petrolero ConocoPhillips, presionan a los tribunales para que obliguen a la venta de las acciones de su empresa matriz para que puedan cobrar laudos arbitrales por la expropiación de sus activos en Venezuela, resalta Bloomberg.
Las trabas
La mayoría del dinero de este primer desembolso de 3 millardos de dólares está en países europeos, así ya lo había manifestado la delegación de la Plataforma Unitaria de la oposición hace un par de meses. A su vez, explicaban que no dependía de ellos desbloquear el dinero, sino de gestiones y acuerdos con terceros, especialmente con Estados Unidos.
Una fuente con conocimiento en el proceso le explicó a EL TIEMPO que la principal traba eran las sanciones sobre Venezuela y el riesgo de que los acreedores quisieran aprovechar para cobrar el dinero, por lo que el principal decisor en este caso era Estados Unidos, quien debía permitir el desbloqueo de los fondos.
Bloomberg publica sobre esto que el año pasado la administracion de Biden le dijo a la ONU que no podía garantizar que los fondos estuvieran a salvo de los acreedores.
Estados Unidos, Venezuela y Colombia
El gobierno de Maduro ha sido firme y tajante con la entrega del dinero a cambio de sentarse a dialogar nuevamente con la oposición y en los últimos meses hemos visto cómo la Casa Blanca ha intentando reiniciar las negociaciones.
También se le ha sumado un nuevo actor: Colombia. El presidente Gustavo Petro le ha insistido a Biden en la necesidad de levantarle las sanciones a su vecino, pero además, llamó a una cumbre en Bogotá con la participación de 19 países, expresamente para conversar sobre Venezuela, cita a la que Estados Unidos dijo presente.
El acuerdo humanitario «tiene el potencial de apoyar a millones de venezolanos vulnerables», dijo Farhan Haq, portavoz del secretario general de la ONU.
Si esto es así, Maduro debe comprometerse con otorgar garantías electorales de cara a las presidenciales de 2024, pues el «intercambio» consistía en establecer el fondo humanitario a cambio de elecciones «libres» para el próximo año.