Para ilustrar el peso del peronismo en provincias como el Chaco del norte argentino, sólo basta recordar que entre 1951 y 1955, la provincia se llamaba oficialmente “Presidente Perón”. Aunque casi siempre se imponía el Partido Justicialista, desde que el kirchnerismo echó raíces en el gobierno nacional, las excepciones se terminaron. A partir de 2007, todas las elecciones las ganó el peronismo y varias por resultados casi norcoreanos. A lo largo de estos años, el actual gobernador, Jorge Capitanich, estuvo al frente del Ejecutivo en tres oportunidades. En los años de intervalo, el dirigente kirchnerista chaqueño se desempeñó como intendente de Resistencia o al frente de distintas carteras de Nación.
Con el panorama tan incierto para el peronismo en la Casa Rosada, Capitanich (que parecía imbatible en su feudo) decidió ir por un cuarto mandato en la gobernación provincial. Hasta la semana pasada, parecía que los comicios que se realizaron ayer iban a ser un trámite administrativo como en otras oportunidades. Sin embargo, la desaparición de Cecilia Strzyzowski cambiaron el pulso de las elecciones provinciales y Juntos por el Cambio, en la sumatoria de sus dos fórmulas, se impuso por sobre el peronismo. La presencia de los presuntos candidatos asesinos hizo que, a pesar de la maquinaria clientelar kirchnerista en una provincia Estado dependiente, el repudio ciudadano se imponga.
La indignación era previsible. Es que al frente de la lista de candidatos de Capitanich estaban Emerenciano Sena y su mujer Marcela Acuña. Él encabezaba la boleta para diputados provinciales, mientras que su esposa lo hacía como postulante a la intendencia de Resistencia, la capital del Chaco. Mientras se realizaban los comicios, ambos estaban detenidos, sospechados de ser los responsables de la desaparición, y seguramente muerte de Cecilia.
La joven víctima estaba en pareja con el hijo de Sena y Acuña. Ambos rechazaron la relación desde un primer momento e incluso sobornaron con recursos públicos a Strzyzowski para que firme el divorcio, pocas semanas después que la pareja se había casado en secreto. A pesar de la separación formal, la pareja siguió frecuentándose, lo que generaba un conflicto familiar permanente.
Sena y Acuña son dos líderes piqueteros del Chaco, que recibieron fortunas por parte de Capitanich para sus “organizaciones sociales”, por lo que se encuentran entre sus principales aliados. Sin tiempo para reimprimir las boletas para quitar a ambos de la papeleta en el cuarto oscuro, Capitanich tuvo que ir a la elección con las caras de los principales sospechosos de un aberrante crimen. A pesar de su poderío, perdió la elección.
Las fórmulas de Juntos por el Cambio terminaron con el 42,66% de los votos, mientras que el oficialismo peronista, con los presuntos asesinos como principales candidatos, terminó con 36,46%. Muchos incuso manifestaron lo aberrante de este caudal, teniendo en cuenta las circunstancias.
Mientras la investigación avanza, y se analizan eventuales escenarios como un cuerpo descuartizado, quemado o enterrado, Capitanich se limita a decir que no hay que confundir un hecho policial con la política. Una explicación que tiene sabor a poco, cuando los principales sospechosos del aberrante crimen eran sus principales candidatos. Para el fiscal, todo pudo haberse desencadenado luego de un conflicto familiar donde Cecilia pudo haber sido agredida por gente a la que “se le fue la mano”, por lo que podrían haber procedido a hacer desaparecer el cuerpo.
El modelo del poder político provincial, que se sirve de las agrupaciones políticas piqueteras que terminan adueñándose de la provincia no es exclusivo del Chaco. En Jujuy, con la organización de Milagro Sala, pasó exactamente lo mismo. La mal llamada “dirigente social” (condenada y detenida) también tiene varias causas en su contra todavía en investigación y desde Juntos por el Cambio en la provincia también aseguran que la organización “Túpac Amaru” es responsable también de homicidios y graves hechos de violencia.
Las elecciones definitivas serán en septiembre, mientras la investigación criminal y la causa judicial avancen. No sería la primera vez que el peronismo logra remontar en un feudo una primaria adversa, pero a Capitanich le será realmente complicado. Solo queda esperar si el caso político policial sigue en la discusión pública o si el tema pasa a un segundo plano.
Mientras tanto, Alberto Fernández que esperaba sacarse la foto con otro aliado ganador en el norte del país, se quedó en Buenos Aires sin mencionar absolutamente nada de lo que ocurre en el Chaco. Igualmente, el trágico hecho es otro duro golpe para el kirchnerismo en todo el país.