En los primeros cinco meses de 2023, las víctimas de masacres se han incrementado 15 %, la cantidad de personas secuestradas se ha disparado 162 %, la trata de personas ha subido 52 %, el hurto a personas se ha elevado 16 %, el hurto a residencias 8 % y la extorsión ha registrado un repunte de 33 %. En contraste, la erradicación manual de cultivos de coca se ha reducido 87 %, mientras la incautación de cocaína ha disminuido 18 % así como los decomisos de heroína han bajado 45 %
La promesa del “cambio por la vida” con la que llegó Gustavo Petro a la Presidencia de Colombia no fue más que un slogan de campaña. Cifras oficiales publicadas por su propio gobierno demuestran que el país va en la dirección opuesta: más masacres, secuestros, hurtos, extorsión y menos combate al cultivo de drogas.
El informe “Seguimiento a indicadores de seguridad y resultados operacionales” correspondiente a mayo de 2023, el cual es elaborado por el Viceministerio para las Políticas de Defensa y Seguridad, Observatorio de Derechos Humanos y Defensa Nacional, muestra una realidad muy distante de la utópica “paz total”.
En los primeros cinco meses de 2023, las víctimas de masacres se han incrementado 15 %, la cantidad de personas secuestradas se ha disparado 162 %, la trata de personas ha subido 52 %, el hurto a personas se ha elevado 16 %, el hurto a residencias 8 % y la extorsión ha registrado un repunte de 33 %. En contraste, la erradicación manual de cultivos de coca se ha reducido 87 %, mientras la incautación de cocaína ha disminuido 18 % así como los decomisos de heroína han bajado 45 %.
Los números muestran una Colombia con Petro cada vez más violenta. Las masacres –que fue una de sus banderas para cuestionar desde la oposición al gobierno de Iván Duque– han subido de 36 casos entre enero y mayo de 2022 a 40 casos en el mismo periodo de 2023. Las víctimas en estos hechos violentos también sen han elevado de 121 a 139.
Se triplican los secuestros en Colombia
El secuestro –que había mostrado una tendencia a la baja desde 2013, siendo 2021 el año con el menor número de víctimas de este delito en la última década– comenzó a repuntar en 2022 y durante el año en curso sigue en ascenso. De 160 secuestrados en 2021, la cifra se elevó a 223 al cierre de 2022, pero en lo que va de 2023 casi se han triplicado, pues ya se cuentan 144 víctimas de secuestro en Colombia entre enero y mayo frente a 55 registradas durante el mismo periodo del año pasado. El número de casos también muestra un aumento extraordinaria de 46 a 104. Es decir, han ocurrido 58 secuestros adicionales con 89 víctimas más que en el año anterior.
Del total de víctimas, 106 han sido objeto de extorsión, es decir, 65 más que en los primeros cinco meses de 2022, cuando solo 41 plagiados fueron extorsionados. Esto representa un incremento de 159 %. En todos los meses de 2023 la cifra ha sido muy superior al mismo mes del año anterior, registrándose el mayor pico en enero con 30 casos frente a 12 de 2022.
Un dato más preocupante es el aumento de personas muertas en cautiverio equivalente a 400 %. Y es que de un fallecimiento en manos de los captores entre enero y mayo de 2022 el número se elevó a cinco en el mismo periodo de 2023. Los rescates muestran un aumento de 48 %, las liberaciones de 217 % y las fugas de 800 %. Sin embargo, cabe destacar que 10 de estas personas secuestradas en este periodo aún permanecen en cautiverio, mientras en los primeros cinco meses del año pasado la cifra se mantenía en cero.
Equilibrio insuficiente
Otros datos preocupantes tienen que ver con la trata de personas, que ha subido de 214 a 326 en la comparación entre los meses de enero y mayo, el hurto a personas pasó de 130.293 a 151.125, el hurto a residencias de 13.018 a 14.054 y la extorsión se elevó de 3.191 casos a 4.232.
Si bien algunos indicadores de inseguridad han disminuido, estos porcentajes han sido mínimos en comparación con los incrementos en los delitos antes mencionados. El homicidio intencional se redujo 6 %, el hurto de vehículos bajó 3 % y el hurto de motocicletas mostró una contracción de 1 %.
Menos cocaína y heroína incautada
Lo que sí ha mostrado un enorme desplome es el combate contra las drogas. Con Gustavo Petro en el poder, en Colombia ha caído la erradicación manual de cultivos de coca de 33.454 hectáreas durante los primeros cinco meses de 2022 a tan solo 4.511 hectáreas en 2023. Durante el gobierno de Iván Duque se alcanzó un pico de 130.147 hectáreas de coca erradicadas en 2020 y en 2021 se mantuvo por encima de 100.000.
En cuanto a la cocaína incautada, la cifra ha bajado de 311,7 toneladas a 256,9 toneladas. Lo mismo ocurre con el decomiso de heroína, que se ha reducido de 239,9 kilogramos entre enero y mayo de 2022 a 132,9 en el mismo periodo de 2023. La historia se repite con la incautación de marihuana, que disminuye de 196,2 toneladas a 175,3.
Estas cifras muestran un comportamiento en línea con el discurso de Gustavo Petro, que en su debut en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en septiembre del año pasado, se declaró defensor de la cocaína al preguntar: “¿Qué es más venenoso para el ser humano? ¿La cocaína o el carbón o el petróleo?”, para luego agregar con tono irónico y desaprobación que “el dictamen del poder ha dictado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida, así ella solo cause mínimas muertes por sobredosis y más por las mezclas que provoca su clandestinidad dictaminada”. Los cifras oficiales ya muestran hacia donde va Colombia con Gustavo Petro.