El tema de los presos políticos en Cuba si fue abordado entre el papa Francisco y el sucesor designado de la dictadura castrista, Miguel Díaz-Canel, según fuentes en el Vaticano.
El régimen de La Habana tiene 1,037 presos políticos, la mayoría en el contexto de las protestas del 11 de julio de 2021. Miles de cubanos demandaban un cambio político en la isla y comida. El pontífice recibió al designado gobernante, pese a las violaciones a los derechos humanos del régimen cubano y a que no ha cumplido con liberar a los presos de conciencia, muchos de ellos condenados a 25 años de cárcel por demandar cambios en Cuba
Francisco recibió en una audiencia de 40 minutos a Díaz-Canel, cinco meses después de que su enviado a la isla, el cardenal italiano Beniamino Stella, pidiera la liberación de los 1.037 presos políticos encerrados en las mazmorras de la revolución.
“El Papa desea mucho que haya una respuesta positiva, como se llame… amnistía, clemencia. [Las palabras] pueden ser secundarias”, dijo el cardenal el 9 de febrero de 2023, al designado gobernante durante un encuentro en La Habana.
Y aunque el Vaticano no reveló los temas que abordaron en la reunión privada el pontífice y Díaz-Canel, fuentes de la Santa Sede comentaron que el tema de los más de 1.000 presos políticos que mantiene el régimen cubano fue abordado en las conversaciones, revela la Televisión Española.
En un breve comunicado del Vaticano sobre la reunión privada entre el pontífice argentino y Miguel Díaz-Canel tampoco ofreció detalles de los temas que se abordaron. La nota mencionó sin embargo “la importancia de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Cuba, evocando la histórica visita de San Juan Pablo II en 1998”, durante un encuentro posterior con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin.
El prelado y el designado sucesor del castrismo hablaron también de la «situación del país y la contribución que ofrece la Iglesia, especialmente en el ámbito de la caridad”,
Según las cifras de Prisoners Defenders (PD) hay decenas de católicos y una treintena de menores detenidos.
«Abordamos la realidad cubana actual, en particular el severo impacto en nuestra población del bloqueo económico recrudecido. Agradecí sus muestras de cercanía», se despachó el designado por Raúl Castro, cuyo principal aliado en Centroamérica, Daniel Ortega, mantiene en una celda de castigo al obispo Rolando Álvarez, mientras persigue con saña a la Iglesia Católica.
«Podría alegarse que la diplomacia de la Iglesia busca, sin estridencias, liberar los cientos de presos políticos en Cuba. El problema es que esos pedidos, desde hace meses, siguen sin respuesta. Cada mes se suman nuevos prisioneros, porque el activismo y represión no paran. El régimen los retiene como rehenes para negociar con Estados Unidos. En poco tiempo veremos si Francisco logra ahora algo distinto», precisó para EL MUNDO el historiador Armando Chaguaceda.