Hay un nuevo ministerio en Colombia. Estará dedicado a la “igualdad” y será dirigido por la vicepresidente Francia Márquez. El nombramiento oficial lo hizo Gustavo Petro y, según sus palabras, el objetivo de esta cartera será “construir la igualdad entre los pueblos”.
De inmediato la vicepresidente celebró su nombramiento, así como la fundación de una instancia que abulta la cantidad de organismos estatales sin que se sepa a ciencia cierta cuáles serán sus funciones y de qué manera contribuirá al desarrollo tangible del país. Lo que sí se sabe es que comenzará a funcionar con un nada desestimable presupuesto de 500.000 millones de pesos colombianos (120 millones de dólares), monto que sale del bolsillo de los contribuyentes.
Por lo pronto, Márquez aseguró que “se preocupará y trabajará de manera incansable por la garantía de los derechos de las poblaciones más vulnerables”. No solo apela nuevamente al populismo que caracteriza sus discursos y los de Petro, sino que se acerca aún más a modelos infructuosos, como el que lleva adelante el Gobierno de coalición social-comunista de España y que le aseguró la derrota en las recientes elecciones municipales y autonómicas.
Por el mismo camino de Irene Montero
El reflejo del nuevo ministerio de Francia Márquez —prometido por Petro desde la campaña electoral— podría estar precisamente en el país europeo. La cartera que dirige Irene Montero lleva un rumbo errático entre leyes desacertadas, actividades proselitistas estériles o encuestas que les cuestan miles de euros a los españoles.
En marzo de este año entró en vigencia en España la Ley Trans en medio de un caos administrativo por falta de procesos claros para implementarla, mientras que la polémica Ley del “solo sí es sí” ha beneficiado a más de 1.000 agresores sexuales. Aún así, el modelo social-comunista español que lidera Pedro Sánchez, permite que siga en funciones. Al final, comparten la misma ideología.
Tanto Francia Márquez como Gustavo Petro ya apelaron a la lucha de clases propia del marxismo para justificar la creación de esta cartera ministerial, al asegurar que el país se estaría enfrentando a una brecha entre “los que más tienen” con los que “menos tienen” y el Ministerio de la Igualdad colombiano llegaría para acortarla. En el acto de nombramiento, el mandatario agregó que “la violencia es producto de la desigualdad; el narcotráfico y la falta de construcción de una nación”.
Más burocracia
Cinco viceministerios conforman la cartera: Mujeres, Pueblos Étnicos y Campesinos, Diversidades, Juventud, Poblaciones y Territorios Excluidos; mientras que la nomina total supera los 700 puestos. Posiblemente, de pedirle explicaciones a Márquez, esta apelaría de nuevo a la frase “yo no tengo que aclarar nada” que pronunció cuando le preguntaron por su viaje a África con una comitiva de 53 personas (incluyendo su pareja sentimental) y financiada por el empresario y promotor de planes globalistas, George Soros.
Sin embargo, la vicepresidente no puede evitar los cuestionamientos públicos. Por ejemplo, la senadora María Fernanda Cabal destacó cómo esto aumenta la burocracia en Colombia al tener 20 directores técnicos, 32 directores técnicos departamentales y 21 asesores. “El desgreño administrativo con la excusa de que ayuda a los pobres. A multiplicarlos, sí, para perpetuar la pobreza. Porque de emprendimiento cero”, escribió en su cuenta de Twitter.
Una opinión similar vino del excandidato presidencial Enrique Gómez. “¿Quieren conocer el significado de clientelismo burocrático inútil de manera práctica? Al igual que en España, el mal llamado Ministerio de la Igualdad es una vagabundería diseñada para complacer el hambre presupuestal y para darle gusto a los amigos cercanos al desgobierno”, aseveró.