WASHINGTON.- El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció este lunes que el gobierno del presidente Joe Biden extendió la licencia que permite «ciertas transacciones» para exportar gas licuado de petróleo a Venezuela.
Desde hace varios años, Washington ha aplicado una serie de sanciones a Venezuela con el objetivo de presionar al dictador Nicolás Maduro, a quien considera haber obtenido su reelección en 2018 de manera «fraudulenta». Estas medidas incluyen la prohibición de comerciar petróleo venezolano desde 2019.
Sin embargo, en los últimos meses, la administración de la Casa Blanca ha adoptado una postura más flexible hacia Venezuela, principalmente debido a la crisis energética causada por la invasión rusa a Ucrania.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) emitió este lunes una licencia general que «autoriza ciertas transacciones que implican la exportación o reexportación de gas licuado de petróleo a Venezuela», según informó el Departamento del Tesoro en un comunicado.
Esta licencia se aplica a transacciones en las que participe el régimen venezolano, la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) o cualquier entidad en la que PDVSA posea una participación mayoritaria, es decir, al menos el 50% de los activos.
Cabe destacar que los pagos en especie de petróleo o productos derivados, así como las transacciones con personas o entidades sancionadas, siguen estando prohibidos.
Esta nueva licencia reemplaza a una autorización similar emitida hace un año y estará vigente hasta el 10 de julio de 2024.
En los últimos meses, el gobierno estadounidense ha expresado su disposición a levantar de manera progresiva las sanciones financieras impuestas a Venezuela, siempre y cuando se alcancen acuerdos entre Maduro y la oposición de cara a las elecciones del próximo año. Sin embargo, el diálogo entre ambas partes se encuentra estancado desde finales de 2022.
Estados Unidos insiste en que las elecciones, en las que Maduro busca la reelección, sean «libres y justas».
La semana pasada, el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, calificó de «mensaje opuesto» a la realización de elecciones libres la inhabilitación de líderes opositores de cara a estos comicios.