Karla Pérez González,
Por Karla Ma. Pérez González, periodista y editora: La economía de China pareciera que va en picada durante este 2023, pues no ha crecido a la velocidad que esperaban las autoridades del gobierno del gigante asiático, reportan medios internacionales.
Según un reporte de la agencia Associated Press (AP), la economía china creció solo un 6,3% entre abril y junio pasado, muy por debajo de las expectativas de analistas especializados, lo que demuestran un estancamiento.
Los expertos pronosticaban que el crecimiento fuera superior al 7% y no fue así.
Sin embargo, en términos trimestrales, el Producto Interno Bruto (PIB) creció apenas un 0,8% en comaparación con el primer trimestre del presente año.
La nota explica que este estancamiento podría deberse a los duras cuarentenas por COVID-19 impuestas por el gobierno de Xi Jinping en 2022, que aún repercuten hasta la actualidad.
Otro de prensa se señala los cinco factores que pudieran estar incidiendo en esta caída: la baja demanda nacional e internacional; riesgos de deflación; la crisis inmobiliaria; problemas en el sector privado y estímulos insuficientes para la inversión, entre otros.
«Definitivamente, se trata de una ralentización causada por el (bajo) consumo», declaró Hao Zhou, economista jefe de Guotai Junan International.
Este impacto económico también afecta los hogares del gigante asiático, donde, según encuestas, cada vez hay más cautela sobre sus perspectivas de ingresos y empleo.
Otros datos relevantes que se han podido conocer es el desempleo en jóvenes, que alcanza la cifra record de 21,3%; el descenso de las ventas minoristas y la caída del consuma nacional e internacional.
Un artículo de BBC Mundo de octubre de 2022 expuso la desaceleración de la economía china, como consecuencia de los confinamientos por COVID-19; la poca acción del gobierno para revertir el decrecimiento; la crisis inmobiliaria y el cambio climático.