El peronismo asegura que Sergio Massa es el “mejor” candidato que podía llegar a ofrecer en estas elecciones presidenciales. Claro que, la única razón para esta cuestión es que puede que los demás sean peores. Si bien el fundador del Frente Renovador puede amalgamar mejor las distintas vertientes justicialistas, lo cierto es que carga con un peso bastante complicado: se trata del último ministro de Economía del desastre que fue la gestión de Alberto Fernández.
Lo cierto es que a Massa no le fue mejor que a sus antecesores. La inflación sigue en niveles descomunales y la principal variable de la economía evidencia el verdadero estado de situación de las cosas: el dólar volvió a subir y ya superó cómodamente la barrera de los 520 pesos.
En medio del pánico que generó la desastrosa derrota en las primarias de Santa Fe, donde el peronismo cayó por más de treinta puntos ante la interna de Juntos por el Cambio, el gobierno apeló a la ridiculez de mandar a la policía al centro porteño para “desbaratar a las bandas que especulan con el dólar”.
Claro que esto no es más que otro manotazo de ahogado de los que vimos en el pasado y que podemos llegar a ver hasta el día de las elecciones. Cabe recordar que cuando el deseado billete de la Reserva Federal había superado por primera vez la barrera de los 500 pesos, los “operativos” lo único que hicieron fue conseguir una retracción de la oferta. Mientras los portales señalaban que la cotización del blue andaba por los 505 o 510, lo cierto es que nadie ofrecía dólares por aquellos días.
Puede que ahora pase lo mismo. Igualmente, con estas ridículas iniciativas, el gobierno se conforma con eso. Con frenar el valor indicado en los portales de noticias, para tratar de contener un poco el pánico y una eventual corrida. Sin embargo, la olla sigue juntando presión. El Banco Central de la República Argentina sigue emitiendo indiscriminadamente y aumenta la fuga de depósitos. Todo parece indicar que la “estabilidad” relativa (y bastante mentirosa) camina por la cuerda floja y la verdad sobre las expectativas de la economía argentina aflorarán de golpe el mes próximo, luego de las primarias nacionales.