domingo, noviembre 24, 2024
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La extrema izquierda peruana fracasa en la convocatoria a la ‘Tercera Toma’ de Lima

A pesar del grandilocuente término «Tercera Toma de Lima» que utilizó la izquierda radical para infundir miedo en la población de la capital peruana y con ello chantajear al Gobierno de Dina Boluarte, la Policía Nacional (PNP) logró disolver la protesta convocada para el miércoles 19 de julio.

Sindicatos y partidos políticos de izquierda y centro -como el inefable Partido Morado, asiduo a la agitación callejera que le permitió hacerse con el poder transitorio en 2020- se concentraron en plazas públicas para capitalizar el descontento popular contra un Gobierno desaprobado por el 79% de la población y un Congreso que apenas cuenta con 9% de respaldo.

No obstante, en una ciudad de casi 10 millones de habitantes, y con el recuerdo fresco de las violentas asonadas que generaron caos y miedo en plena reactivación económica tras el covid-19, apenas se sintió la protesta en su primera jornada, tan promocionada por sus organizadores que buscaban la adhesión de la población.

Y es que los limeños, a pesar de rechazar a Boluarte y el Congreso, no comparten, y menos ceden, a la agenda política de la izquierda radical peruana que exige, además de la renuncia de la presidenta, el cierre del Parlamento -sin ningún argumento constitucional- y la convocatoria a una asamblea constituyente de corte chavista, la liberación y restitución del golpista Pedro Castillo, quien cumple prisión preventiva mientras es investigado por los presuntos delitos de rebelión y conspiración.

Detienen a sujeto con explosivos
En el marco del Plan de Seguridad «Abanico Verde», la PNP detuvo al sur de Lima a un sujeto que viajaba en un bus con 12 explosivos escondidos en una mochila.

Tras ser interrogado, el hombre identificado como Weimar Camposano indicó que viajaba a la capital para participar en la manifestación en contra del Gobierno de Dina Boluarte y el Congreso.

Si bien hasta el momento continúan las investigaciones para determinar el origen y motivación de Camposano para llevar consigo los explosivos, vale recordar que el ministro del Interior, Vicente Romero, apuntó a que estas marchas tienen un tinte político e ideológico marcado, por encima de cualquier reclamo social.

«Detrás de todas las manifestaciones, entenderá no es un tema social. Se están aprovechando de esta parte social, detrás de todo esto hay un tema ideológico y político«, dijo el ministro del Interior a los medios de comunicación.

«No va a haber el mismo efecto»
En vísperas a la marcha, el consultor y analista en seguridad integral y gestión de riesgos, Pedro Yaranga, ya había advertido que la «Tercera Toma de Lima» no tendría el mismo efecto que las acciones previas de finales de 2022 e inicios de 2023, pues no solo el interés común que unía a las fuerzas beligerantes ha variado, también el interés de la población está concentrado en recomponer sus economías, golpeadas por los paros y bloqueos de carreteras.

«Hay mucha diferencia respecto a diciembre del año pasado y enero y febrero de este año. Las fuerzas políticas beligerantes que estaban unidas bajo un interés común han variado. Si bien la desaprobación de la presidenta y el Congreso han avanzado, la gente en el interior del país está más preocupada por la reactivación económica. Con tanta desaprobación, uno pensaría que la gente saldría a protestar, pero no. En provincias del interior la gente está preocupada por su economía, por tanto, no va a haber el mismo efecto que las acciones previas», sostuvo en declaraciones a La Gaceta de la Iberosfera.

«En gran parte, quienes encabezan estas protestas son personas que tienen algún tipo de interés por ser candidatos para las próximas elecciones, ya sea nacionales, regionales o locales», agregó.

Por otro lado, Yaranga advirtió que, en caso de darse una movilización violenta contra la capital, los promotores encontrarán a una policía mejor preparada que la última vez, además, les resultará imposible sostener logísticamente un desplazamiento de tal magnitud.

«La policía está organizado institucionalmente. Podemos ver a generales de mucha jerarquía y experiencia en las unidades especializadas, esa es una garantía. Por otro lado, les va a ser imposible a los organizadores de estas movilizaciones cubrir la alimentación de las personas convocadas. Podrían conseguir alojamiento en los clubes departamentales que hay en Lima, pero que esto se alargue cuatro o cinco días, va a ser imposible», aseveró.

A pesar del vago resultado de este 19 de julio, las autoridades peruanas se mantienen en alerta los próximos días a nuevos llamamientos, sobre todo por la cercanía a las fiestas patrias, a celebrarse los días 28 y 29 de este mes.

Fuente: La gaceta de la Iberosfera

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