CARACAS/ESPECIAL.- La oposición venezolana está en medio de un laberinto político provocado por el previsible “escenario Nicaragua” [Ortega inhabilitó y arrestó a todos los candidatos opositores antes de los comicios] en las próximas elecciones presidenciales. A la fecha, tres de los principales candidatos inscritos en la primaria opositora se encuentran inhabilitados: María Corina Machado, Henrique Capriles Radonski y Freddy Superlano; mientras la amenaza de la inhabilitación persigue al resto de los aspirantes presidenciales.
No obstante, el escenario es aún más complejo porque la primaria presidencial, diseñada para lograr escoger a un candidato presidencial en medio de la dispersión opositora, pudiese ser suspendida en las próximas semanas.
Diversos dirigentes oficialistas han acudido al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para reclamar la suspensión del proceso, bien sea por considerar que existe fraude al elector al permitirse que participen los inhabilitados, a exigir que el evento debe ser organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) o simplemente denunciar que la primaria está siendo utilizada para promover el odio y la violencia.
Sobre esta eventual medida, el abogado constitucionalista Allan Brewer Carias estima que “la primaria de la oposición es un ejercicio democrático completamente fuera del ámbito de los organismos gubernamentales. Ni el TSJ ni el CNE podrían impedirlas, suspenderlas, intervenirlas ni controlarlas. Si lo hicieren ningún valor tendría y habría que ignorarlo”.
En este sentido, el ex coordinador de la Mesa de la Unidad Democrática Ramón Guillermo Aveledo sostiene que la amenaza en contra de primaria “es parte de la estrategia de desunir líderes y desalentar votantes es contra todos y debe ser enfrentada con inteligencia en común. No es momento de individualismos personales o partidistas”.
Votos o consenso
A la fecha, la candidata de Vente Venezuela María Corina Machado tiene la primera opción de triunfo en la primaria. Tanto ella, como los dirigentes de su organización se han mostrado contrarios a que se logre un consenso fuera de un evento electoral.
Omar González Moreno, directivo nacional de Vente Venezuela, sostiene que “la legitimidad democrática se consigue con votos, no con consensos”.
Desde su perspectiva “no hay posibilidades que el liderazgo opositor se establezca por acuerdos partidistas (…) quienes andan levantando las banderas del consenso son aquellos que carecen de apoyo entre los venezolanos que eligen. Los venezolanos no quieren pactos debajo de la mesa o sortilegios para la selección del candidato presidencial, por el contrario, la gente quiere votar en las primarias”
Machado es aún más tajante. “¿Ustedes creen que el país va a aceptar que los venezolanos elijamos al que nos de confianza y entonces ese vaya y a dedo nombre a uno que es el que quiere Maduro? Eso es inconcebible, eso es la derrota. Esta lucha que viene ahora es en los términos y las reglas de la democracia y la ciudadanía, no en las de la tiranía. Ahí es donde cambia todo», sostiene Machado.
Por otra parte, sostiene que la primaria “no dependen del régimen, dependen de nosotros, los venezolanos. Creo que hay que darles apoyo a las juntas de primaria en los estados (…) Aquí nadie va a aceptar ningún consenso alrededor de nadie. Que no se les ocurra planteármelo a mí, porque aquí quien tiene que decidir es el pueblo de Venezuela”.
Por otra parte, la candidata a la primaria Delsa Solórzano sostiene que en la oposición “no podemos hacer pública la estrategia, pero sí tenemos que estar preparados (…) Debemos tener la voluntad real de llegar a acuerdos, de entendernos en el marco de nuestras diferencias, estar listos para enfrentar la estrategia de la dictadura”
Solórzano recordó que las inhabilitaciones en contra de Machado, Capriles Radonski y Superlano son inconstitucionales, «la dictadura seguirá inhabilitando a más candidatos y por eso pedimos una orden de sucesión, podemos cambiar el nombre, pero tenemos que estar preparados para que la dictadura se comporte como dictadura, no podemos pretender que una dictadura se comporte como una democracia».
A diferencia de Machado y Solórzano el resto de los integrantes de la Plataforma Unitaria creen que, en caso de que la primaria no pueda realizarse, es necesario definir por consenso al abanderado presidencial opositor, así como a sus eventuales sustitutos en caso de que comience un periodo de inhabilitaciones. Una idea que contrasta con la visión de Machado, que sostiene que, de ganar la primaria, la oposición debe mantenerse con ella “hasta el final”.
Esta posición de Machado hace creer, a no pocos analistas, que el país pudiese entrar en una nueva etapa de protestas de calle. En concreto, el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, Benigno Alarcón, sostiene que “el régimen teme que se active un escenario de movilizaciones, lo cual es posible, ya que es una tendencia que se observa en las encuestas: en noviembre pasado 21,3% estaba dispuesto a protestar contra el gobierno y ahora la cifra ha subido a 32,7%”.
Sin embargo, comienza a aparecer voces en contra de lo que puede implicar para la oposición el mantra “hasta el final”.
En un reciente artículo, el politólogo Ricardo Sucre esgrime: “Si al final María Corina Machado resulta elegida, los partidos deben reconocerlo, pero ella debe reconocer que los partidos no son pasajeros ni instancias que se deben someter o plegar a una estrategia unilateral, que va a fracasar. Si espera sumisión, debería decir su estrategia claramente, no lugares comunes que si “hasta el final” o “es una lucha existencial”.
Según Sucre, llegó el momento de Machado, “pero que sea su momento implica responsabilidades de su parte. Noto que el sector de la “presión y el quiebre” construye la eventual victoria de María Corina como una suerte de cheque en blanco, de aclamación. De aquí que enfatice que la primaria ya no es para escoger a un candidato presidencial -que sí lo es- sino a un “nuevo liderazgo de la oposición”.
“El sector de la “presión y el quiebre” -argumenta Sucre- construye y legitima ese discurso con el que estoy en desacuerdo. Una cosa es que María Corina sea la candidata elegida y otra que se pretenda imponer que su probable elección es una suerte de coronación, un trámite más en el “camino hasta el final”. La capitulación que no pudo hacerle al gobierno ahora la quiere traer a la oposición”.
La otra oposición
Mientras los partidos y líderes que hacen vida en torno a la Plataforma Unitaria no encuentran una estrategia común para enfrentar a las inhabilitaciones, los sectores políticos que adversan a la Plataforma Unitaria y al gobierno de Nicolás Maduro pactaron una candidatura presidencial de consenso en torno al dirigente de la Alianza del Lápiz, Antonio Ecarri. Hasta la fecha, estos sectores no experimentan la amenaza de la inhabilitación sobre sus dirigentes y tienen el camino libre para presentarse a la elección presidencial de 2024.