El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó el lunes estado de excepción por 60 días en Manabí, Los Ríos y Durán, tres zonas costeras del país que están inmersas en una ola de violencia que el fin de semana se saldó con la muerte de 8 personas, entre ellas el alcalde de la ciudad de Manta, la tercera más grande de todo el país.
El estado de excepción incluirá toque de queda en horas nocturnas en los sitios mencionados, para intentar hacer frente a un problema que, según el propio Lasso «se viene gestando hace más de una década».
«No podemos negar que el crimen organizado ha permeado al Estado, a las organizaciones políticas y a la misma sociedad, es un problema que se viene gestando hace más de una década», dijo el mandatario ecuatoriano, quien no ha temido en calificar a la seguridad como el asunto más importante para su país en este momento.
Este fin de semana también se han producido riñas carcelarias que han dejado al menos seis muertos y 11 heridos; todo ello en la Penitenciaría del Litoral, ubicada en Guayaquil.
En otras cárceles, como Cotopaxi, Azuay, El Oro, Napo y Cañar, los reos han tomado como prisioneros a casi un centenar de agentes del orden en total. Adicionalmente 13 cárceles de todo el país actualmente son epicentro de huelgas de hambre convocadas por los presos.