LA HABANA.- La dictadura de Cuba, a través Banco Central de Cuba, oficializó el corralito financiero en la isla desde este jueves 3 de agosto. Lo que significa que los pagos de salarios e intercambios financieros de la economía serán a través de transacciones electrónicas y no de efectivo cuando las sumas excedan los 5.000 pesos cubanos (CUP), poco más de $208 a la tasa oficial.
Alberto Quiñones Betancourt, vicepresidente del BCC, dijo en declaraciones a la prensa que «se establece como un límite máximo para las operaciones en efectivo 5.000CUP para los actores económicos que requieran realizar operaciones de pagos menores (…), pero todos los pagos que sobrepasen los 5.000 pesos deben ser efectuados por transacciones electrónicas».
El BCC argumenta que la medida busca la «bancarización de las transacciones de cobros y pagos entre todos los actores de la economía y con la población», así como la reducción del uso del dinero en efectivo, cuya escasez es motivo de quejas frecuentes de los cubanos.
Como varios expertos han anticipado, la actual medida buscaría tomar control sobre los intercambios monetarios de los cubanos, obligándolos a depositar su dinero en las instituciones financieras estatales en las que de sobra se ha visto que no confían.
Julio A. Pérez Álvarez, director general de la Dirección de Operaciones y Sistema de Pago del BCC, detalló que, aunque la medida ya entró en vigor, los territorios que no tengan las condiciones creadas para la aplicación tendrán un plazo de seis meses, y durante ese tiempo las operaciones seguirán siendo en efectivo incluso si exceden los 5.000 pesos.
El corralito financiero implica que los comercios de Cuba que ofrezcan bienes y servicios, sean estatales o no, deben contar con medios de pagos electrónicos como los cuestionados EnZona y Transfermóvil.
Los funcionarios de la dictadura no hicieron referencia a las restricciones ya existentes en el uso de Transfermóvil, muy denunciadas por los cubanos, que solo permite realizar cinco operaciones diarias, así como el tope de 120.000 pesos mensuales para una transferencia o extracción bancaria
Traerá consecuencias nefastas
El nuevo cerco financiero anunciado por la dictadura, se traduce en «un instrumento de represión” hacia el sector privado que no se compagina con la realidad nacional y podría traer «consecuencias nefastas» al país afectando, principalmente, a la ciudadanía. Consideró el experto Elías Amor.
Para el economista Amor, «la nueva resolución reconoce que el incremento del uso del dinero en efectivo en las transacciones económicas y financieras ha provocado un retroceso de los niveles de bancarización e inclusión financiera del país, a lo que se adicionan los elevados costos asociados a su emisión, transporte, procesamiento y almacenaje, así como la demanda creciente en el número de cajeros automáticos para la extracción del efectivo», explicó en su análisis colgado en el blog Cuba Economía.