El obispo nicaragüense de la localidad de Matagalpa, Rolando Álvarez, cumplió este viernes un año detenido por el régimen de Daniel Ortega, tras ser condenado por «traición a la patria».
Álvarez, quien fuera detenido el 4 de agosto de 2022 por la Policía de Nicaragua mientras pretendía trasladarse del palacio episcopal de Matagalpa a oficiar una eucaristía, fue sentenciado a cumplir más de 26 años de cárcel tras negarse a abandonar definitivamente el país centroamericano, luego de que Ortega ordenase la excarcelación de más de 200 presos políticos que fueron llevados en un avión a los Estados Unidos en febrero pasado.
Distintas agrupaciones religiosas, como Acción Dale Vida Nicaragua, convocaron a una jornada en redes sociales denominada «Eucaristía para Monseñor Rolando Álvarez», que exige que el religioso de 56 años pueda acudir a misa y recibir la eucaristía, cosa que no ha podido hacer desde que está detenido.
Monseñor Álvarez ha sido permanentemente vejado en los discursos públicos de Ortega, quien ha llegado a calificarle «desquiciado» y «energúmeno».
En julio se barajó una posible negociación para dejarle en libertad, exigiéndole nuevamente que aceptara dejar el país, cosa a la que Álvarez se negó de plano. Actualmente se encuentra recluido en una celda de máxima seguridad en la cárcel «La Modelo».