En una ceremonia inesperada y casi sorpresiva, sin sillas y sin invitados tal como dicta la tradición, el presidente de Chile, Gabriel Boric, aterrizó, luego de su viaje a Uruguay y concretó cuatro cambios, sumado a un enroque en su tren de ministros. Sin embargo, no removió del gabinete a los miembros impopulares, tras el escándalo de corrupción e ineficacia que lo azota.
Con los decretos 210 y 211 el mandatario destituyó de la cartera de Educación al dirigente de Revolución Democrática, Marco Antonio Ávila; para dar paso al comunista Nicolás Cataldo, quien estaba a cargo de la subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo.
Cataldo será el primer comunista en asumir las riendas de la cartera de Educación en la historia de Chile, mientras que su puesto lo asumirá otra cara del Frente Amplio de Boric, Francisca Perales, quien llega a dependencia pública responsable de conducir y promover el fortalecimiento de los gobiernos subnacionales y el proceso de descentralización del país.
A sólo semanas de las actividades por la conmemoración de los 50 años del golpe contra el socialista Salvador Allende, Boric removió al ministro de Cultura, Jaime de Aguirre, para designar en su lugar a la actriz izquierdista, Carolina Arredondo. De Bienes Nacionales se retira Javiera Toro de Comunes y entra Marcela Sandoval, militante de Revolución Democrática.
Con mano de seda
En el caso de la cartera de Desarrollo Social de la cual salió hace una semana Giorgio Jackson, quien dimitió en medio del escándalo de traspaso directo de fondos públicos a fundaciones aliadas del gobierno que dirigió su partido, Revolución Democrática, ocurrió un enroque, al entrar Javiera Toro, quien forma parte del partido Comunes.
La mencionada organización está siendo investigada por la Fiscalía por presunto fraude en la rendición de los gastos electorales. De hecho, la última solicitud del Ministerio Público es levantar el secreto bancario de diez militantes de la tolda.
“Me habría gustado que este cambio fuera sin un escenario político crispado” dijo Boric tras pedir “abandonar las trincheras”. Quizás olvido los que propiciaba durante su rol como diputado.
En el despacho de Minería, Marcela Hernando, del Partido Radical, lo deja en manos de su compañera de tolda Aurora Williams, exministra de la misma cartera de Michelle Bachelet.
Sin tino estratégico
La escogencia del comunista Nicolás Cataldo en el cambio de gabinete está lejos de reducir las polémicas del gobierno, considerando que su arribo como subsecretario del Interior, en reemplazo de Manuel Monsalve, en marzo sólo duro minutos, tras la viralización en redes sociales de sus los mensajes emitidos contra Carabineros durante su periodo como asesor del Departamento de Educación del Colegio de Profesores donde los calificaba como “fachos designados” y “torturadores”.
Esas publicaciones impidieron que Cataldo asumiera los asuntos de seguridad pública. Ahora, Boric lo llevó a la cartera de Educación resaltando sus cuatro años asesor legislativo de la reforma de Educación en el segundo mandato de Michelle Bachelet, pero dejando a un lado que el funcionario piensa que “el futuro de la educación depende de los líderes estudiantiles y de la protesta, no de las imposiciones del ministerio de Educación”.
En el caso de la actriz Carolina Arredondo, cercana al Partido por la Democracia (PPD), su ingreso tampoco representará menos conflicto al ser vocera de “la Cultura del Apruebo”, una plataforma de artistas que promete una transformación cultural sin mentiras y desinformación” en pro de “un país paritario, intercultural, ecológico”.
Intocables sin mérito
Boric salva en esta oportunidad a Carlos Montes, titular del ministerio de Vivienda y militante del Partido Socialista, a quien se le cuestionó por el favorecimiento millonario de fundaciones desde su cartera, así como también a la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien registra una caída de 17 puntos de aprobación desde abril, como consecuencia del aumento de la delincuencia en el país.
El presidente también amparó a CamilaVallejo, la vocera de gobierno, quien de 48 % pasó a 41 % en lo relacionado con su aprobación en los últimos registros. Asimismo, el jefe del ministerio de Hacienda, Mario Marcel, cayó de 68 % a 53 % en el mismo periodo, ante el fracaso de la reforma tributaria y acuerdo previsional que lidera.
Con semejantes decisiones que parecen faltas de tino político estratégico, ¿se descomprimirá la tensión con la oposición? ¿convencerá Boric a los adversarios con estos cambios?
Este jueves el mandatario se reunirá con la coalición de Chile Vamos -conformada por la Unión Demócrata Independiente (UDI), Renovación Nacional (RD) y Evópoli- en La Moneda para “retomar un clima de mayor diálogo, de mayor apertura para destrabar temas que la población tiene esperando hace mucho tiempo”.
De esa forma lo anunció la ministra de Interior, Carolina Tohá ante el desespero que abunda en el Ejecutivo por un pacto en materia fiscal, reforma previsional, así como también de una agenda común para garantizar probidad y seguridad desde el parlamento.