China recibió la aprobación del Parlamento Centroamericano (Parlacen) para fungir como observador permanente de esa instancia, luego de que, mediante una votación, la misma decidiese revocar dicha condición a Taiwán.
Dicho ingreso fue promovido activamente por la dictadura de Daniel Ortega, un aliado clave de los intereses chinos en la región, quien además rompió relaciones con Taiwán a finales de 2021, poco después de que el tirano nicaragüense fuese «reelecto» en la presidencia de Nicaragua.
Ortega se ha colocado en todo momento a favor del régimen chino en medio de la disputa histórica que sostiene con Taiwán, a propósito de la independencia de esta última. Managua sostiene que, en este particular, se rige por una resolución de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que data de 1971, donde Taiwán es considerada como una provincia de China.
La entrada de China en el Parlacen, un organismo que promueve la integración regional, generó reacciones adversas en el Gobierno de Guatemala, que protestó la medida mediante un comunicado.
«Guatemala lamenta esta decisión que no armoniza con el sentir de la totalidad de los países centroamericanos, a los cuales la República de China (Taiwán) ha demostrado a lo largo de las décadas ser un aliado, amigo y socio firme e incondicional», refiere el remitido del Ejecutivo guatemalteco.