Con una sorprendente victoria electoral, el candidato del partido Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo, quien se presentó como el “Candidato Anticorrupción”, se alzó como el nuevo presidente de Guatemala, la noche del domingo 20 de agosto, rompiendo con la tendencia conservadora de la política en el país centroamericano.
Según datos del conteo oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Arévalo obtuvo 2.441.661 votos con un 58% del 100% de los votos escrutados, mientras que su contendiente, la exprimera dama Sandra Torres, del partido Unión por la Esperanza (UNE), quien también tuvo como propuesta de su campaña atacar la corrupción, consiguió 1.567.472 de sufragios.
El Tribunal Supremo Electoral de Guatemala, indicó que la participación en estas elecciones se situó en el 45%, muy por debajo del 60% registrado en la primera vuelta. Resultado que denotó un abstencionismo importante, en comparación con la jornada electoral del 25 de junio, en la cual, el 17,38% expresó un voto nulo.
“El gobierno del presidente Arévalo será un respiro al sistema y para la ciudadanía. Con esta nueva administración, se abre una oportunidad para los guatemaltecos de un cambio hacia la transparencia”, señaló la politóloga guatemalteca, Julia María Rodríguez a DIARIO LAS AMÉRICAS.
La jornada electoral se llevó a cabo en medio de incertidumbre, tras una acontecida primera vuelta llena de controversias judiciales e inhabilitaciones de candidatos, y el latente intento de la Fiscalía de evitar la candidatura de Arévalo, con la suspensión del partido Semilla, por supuestas irregularidades en la recolección de firmas para su legalización.
A pesar de que la Corte de Constitucionalidad bloqueó la orden de suspensión, el fiscal Rafael Curriche, sancionado por EEUU, afirmó que podría suspender al partido después de las elecciones del domingo y emitir órdenes de arresto para algunos de sus miembros. Medidas que podrían debilitar la capacidad de Arévalo para gobernar y tomar posesión el próximo 14 de enero de 2024, como está establecido.
¿Quién es Bernardo Arévalo?
El sociólogo, escritor y diputado socialdemócrata de 64 años, quien fue una sorpresa, al no figurar en las encuestas para la primera vuelta, es hijo de Juan José Arévalo, el primer presidente democrático de Guatemala. Nació en Uruguay, luego de que su padre se viera obligado al exilio, tras su derrocamiento en 1954.
Regresó a Guatemala en 2013, y actualmente, se desempeña como diputado en el Congreso desde enero de 2020 por el Movimiento Semilla, considerado un partido de izquierda.
Arévalo se graduó de sociólogo en la Universidad Hebrea de Jerusalén, es diplomático de profesión, y durante su carrera, ejerció importantes cargos como viceministro de Relaciones Exteriores en su país, embajador en España y cónsul de Israel.
Lucha contra la corrupción
Una de sus principales banderas, ha sido la lucha contra la corrupción que asedia al país, la cual ha asegurado que se sustentará en la implementación de diez medidas, entre las cuales destacan la creación de un “Gabinete Específico Anticorrupción”, y la Comisión de Vigilancia Anticorrupción, a fin de garantizar la transparencia en la administración pública.
La politóloga Julia Rodríguez indicó que estas políticas permitirán que “los cargos públicos sean otorgados a personas idóneas para desempeñarlos, y pondrán límite la libertad que se ha dado al uso de los fondos públicos para usos personales”.
Diez semillas para recuperar el futuro
El plan de gobierno de Arévalo también incluye, según ha dicho, las “diez semillas para recuperar el futuro” que están conformadas por reformas para mejorar la educación, salud y cultura, además, propone el aumento de la producción agrícola.
Asimismo, Arévalo se ha comprometido a implementar una agenda social de cambio para mitigar la pobreza, a través de un programa que generará empleos mediante la construcción de carreteras y otras infraestructuras, promesas que no se diferenciaban de otros candidatos.
En materia de seguridad, ofrece fortalecer la Policía Nacional Civil y el Ejército, además del control de las cárceles a través de una reforma integral para evitar el hacinamiento y la delincuencia dentro de los recintos penitenciarios.
Retos del nuevo gobierno
Analistas coinciden en que el principal desafío al que se enfrentará el próximo gobierno de Arévalo, será mejorar las condiciones de vida y oportunidades de una población, que vive sumergida en la pobreza, corrupción y violencia.
“El nuevo gobierno, se encuentra con uno de los países de Centroamérica que tiene el mayor índice de migración irregular, en el que también la educación ha ido en detrimento. En materia de salud, tenemos el tema de la desnutrición crónica que ha ido en aumento, acompañado del índice de pobreza extrema cada vez más alto”, coincidió Rodríguez.
Por su parte, la periodista guatemalteca de France 24, experta en política, Aurore Bayoud, al ser consultada dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS que otro reto importante para Arévalo será gobernar sin una mayoría en el Congreso, en el que Semilla cuenta con 23 diputados de un total de 160 electos, por lo que es vital que se logren alianzas y consensos en el parlamento para poder cumplir con el plan de gobierno .
Añadió que, poder generar confianza institucional en los ciudadanos y la corrupción, son retos fundamentales que deberá afrontar el gobierno de Arévalo, que se ve enmarcado en el inicio de un panorama político incierto para el país ante una debilidad en el Congreso.
El dirigente de Semilla se enfrenta al rechazo de actores que tienen un enorme peso e influencia en Guatemala, como, los grandes empresarios, la élite económica, la Iglesia evangélica y el sector militar.
“La debilidad institucional que se ha profundizado en las últimas décadas es uno de los problemas que deberá enfrentar (Arévalo), es necesaria la reforma de las instituciones, como, la Corte Suprema de Justicia y la Corte de Constitucionalidad, para tener instituciones que respondan a las necesidades de los ciudadanos”, detalló Julia Rodríguez.