Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fueron problemáticas. Sobre todo en las primeras horas de la jornada comicial. Es que, además de elegir los candidatos a los cargos nacionales, como presidente y diputados, también se escogía por las categorías municipales: jefe de Gobierno, legisladores de la Ciudad y comuneros.
Hace años que CABA tiene a disposición el sistema de voto electrónico. Cabe destacar que no es como en otros países, donde el sistema transmite los votos del electorado a un centro de cómputos, creando un manto de sospechas sobre posibles manipulaciones. El aparato porteño se trata simplemente de una impresora. El votante escoge en su pantalla si desea elegir boleta completa o si va por categorías. Luego de la elección, que se visualiza en la pantalla, el elector imprime la papeleta, que es lo que va en la urna.
El tema es que, además de esto, las personas tenían que ir con un sobre a un biombo para escoger la boleta de papel para los cargos nacionales, que también iba en otra urna diferente. El sistema se hizo engorroso, hubo mucha gente que necesitó ayuda y las colas hasta el mediodía se hicieron eternas. Las críticas fueron todas para el gran perdedor de las PASO: Horacio Rodríguez Larreta. El intendente próximamente saliente fue acusado de implementar el complicado sistema para favorecer a Martín Lousteau, que como él, perdió las primarias de Juntos por el Cambio.
Como era de esperar, el sistema no se repetirá el 22 de octubre, cuando los porteños vuelvan a tener que elegir a sus representantes nacionales y municipales. Según lo que informó esta tarde la Justicia Electoral, el sistema será el siguiente: el votante ingresará al cuarto oscuro con un solo sobre y, dentro de él, deberá poner las dos categorías. La de la boleta que encabeza el candidato a presidente y la del postulante a jefe de Gobierno. Si desea elegir distintas fuerzas políticas para los diferentes cargos, deberá apelar al tradicional corte de boleta.
Ante esta novedad, seguramente la votación se realice en la ciudad con mayor agilidad, pero es probable que se demore un poco más el proceso del recuento de votos de cada cuarto oscuro. En agosto, se tuvieron que acomodar solamente las categorías nacionales, ya que para las municipales, cada papeleta impresa contaba con un chip que se computaba rápidamente en la impresora. De a uno y con el control de los fiscales.
Más allá de la novedad, es necesario avanzar en una reforma electoral. Aunque todos los sistemas son perfectibles, el más adecuado ha sido el que se utiliza en Santa Fe y Córdoba: la boleta única de papel. En esas provincias, las personas se encuentran con una única papeleta, donde están las categorías y los candidatos con sus frentes políticos. Simplemente, la persona los elige con un bolígrafo. Este sistema disminuye las posibilidades de fraude, es muchísimo más económico y ecológico, también evita el despilfarro en millones de impresiones que terminarán todas en la basura.