Ciudad Juárez (México), 5 sep (EFE).- Ante la creciente ola de migrantes que está llegando a la fronteriza Ciudad Juárez, en el norteño estado mexicano de Chihuahua, el alcalde de la ciudad, Cruz Pérez Cuéllar, lanzó un SOS a la federación y al estado para que le ayuden a controlar y gestionar la llegada de personas en tránsito.
Datos del municipio y de las organizaciones de apoyo a personas en tránsito dicen que los albergues ya se encuentran saturados con más de 2.400 migrantes, mientras que otra vez se ven decenas de extranjeros pidiendo dinero en los cruceros.
Además, centenares se han instalado en tapias y construcciones que estaban abandonadas debido a que no tienen un lugar para quedarse.
“Estamos saturados, el albergue Kiki Romero, del que tenemos nosotros información más a la mano, está saturado, estamos platicando con el Instituto Nacional de Migración (INM) para pedir que se reactive el punto de vigilancia de Sabalza”, la salida sureste del estado de Chihuahua donde colinda con Durango.
“Había un punto de inspección del INM y del Gobierno del Estado, estamos solicitando de manera formal que se reactive ese punto porque estamos saturados”, dijo Pérez Cuéllar.
La saturación de migrantes en la ciudad es tal que ya no caben en los albergues y han empezado a invadir edificios y parques públicos.
La autoridad ha reaccionado con operativos para revisar las condiciones de estas construcciones en ruinas y sacarlos si es que ponen en riesgo la integridad física de los migrantes.
“Vamos a seguir con las inspecciones, queremos evitar tragedias y por eso presentamos la denuncia del Hotel de Luxe (un edificio de cuatro pisos abandonado e invadido por más de 150 migrantes en el centro de la ciudad) porque queremos que la fiscalía de alguna manera nos acompañe en este tema para que se cumpla con el estado de derecho pero es urgente”, indicó Pérez Cuéllar.
“Yo haría un llamado para que de manera urgente nos respondan para poder entrar al edificio de manera legal porque queremos evitar tragedias y así como lo haremos en este hotel lo haremos en todos los puntos que presenten esta situación”, agregó el alcalde.
Dijo que es muy importante que se bloquee el paso de migrantes en la medida de lo posible desde la entrada a Chihuahua para lograr que no lleguen tantos a esta frontera.
“Cuando se activó Sabalza nos ayudó a reducir el flujo de migrantes y ahora que no está activo pues estamos teniendo otra vez el problema”, dijo el alcalde, del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
La red de albergues Somos Uno por Juárez reporta que tiene 1.200 personas en sus 13 locaciones, mientras que la Casa del Migrante alberga a 300 y entre el Kiki Romero y el Leona Vicario suman otros 900 para un total de 2.400.
El padre Francisco Bueno Guillén, director de la Casa del Migrante, dijo que después de que se cerró el título 42 la cantidad de migrantes en la ciudad bajó hasta los 1.200.
Sin embargo, luego de que el embajador de Estados Unidos anunció un plan para empezar a procesar a los migrantes desde centros en México, una nueva ola de personas empezó a llegar a la ciudad.
La semana pasada el presbítero estimó que ya había al menos 8.000 migrantes en la ciudad, unos 1.100 en situación de calle, otros 2.400 en albergues y el resto se han colocado en casas que rentan entre varios.
El aumento de personas migrantes en Juárez se hace evidente en los cruceros de las calles que se han vuelto a llenar extranjeros que limpian parabrisas a cambio de dinero o comida para subsistir mientras logran cruzar a Estados Unidos.
La situación en Ciudad Juárez refleja lo que vive la frontera después de varias semanas de que terminó el Título 42 en Estados Unidos, medida que adoptó Donald Trump (2017-2021) y después continuó el presidente Joe Biden para expulsar a migrantes de inmediato con el argumento de la pandemia del COVID-19.
Hasta ahora, la frontera norte de México se había mantenido en relativa tranquilidad con constante llegada de migrantes, albergues a su máxima capacidad y el arribo de extranjeros a la línea fronteriza entre ambos países.
Tras el fin del Título 42, Estados Unidos instauró el Título 8 y nuevas restricciones para solicitar asilo.
La región afronta un inédito flujo migratorio, con más de 2,76 millones de personas sin documentos interceptados por Estados Unidos en la frontera con México en el año fiscal 2022.