PANAMÁ — En medio de crecientes preocupaciones sobre el flujo migratorio irregular a través de la selva del Darién, Panamá anunció que está coordinando una reunión bilateral de presidentes con Colombia en el marco de la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas, para abordar la crisis migratoria que ha alcanzado cifras sin precedentes.
La canciller panameña, Janaina Tewaney Mencomo, expresó su inquietud por la falta de medidas efectivas por parte de Colombia para controlar el flujo masivo de migrantes en su lado fronterizo. Se proyecta que el flujo migratorio irregular a través de la selva del Darién alcance la asombrosa cifra de medio millón de tránsitos este año, según estimaciones oficiales, superando ampliamente los 400,000 cruces previstos originalmente.
Hasta la fecha, casi 350,000 personas han atravesado esta ruta en lo que va del año, lo que representa un aumento de 100,000 personas con respecto a las cifras sin precedentes registradas en 2022.
Si bien Panamá descartó la posibilidad de un cierre total de su frontera, las autoridades están comprometidas en tomar medidas adicionales para controlar la migración. La canciller destacó que se están buscando medidas disuasivas y vías legales de tránsito para los migrantes, en un esfuerzo por abordar la crisis de manera humanitaria y efectiva.
La reunión bilateral entre el presidente panameño Laurentino Cortizo y su homólogo colombiano Gustavo Petro se llevará a cabo durante las sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que tendrán lugar del 19 al 26 de septiembre en Nueva York.
Peligros en la selva del Darién
La subsecretaria adjunta principal de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado estadounidense, Marta Youth, destacó que la extraordinaria ola migratoria actual no puede ser abordada solo por Estados Unidos y subrayó la necesidad de una respuesta conjunta.
«Como ha dicho varias veces el secretario (de Estado, Antony) Blinken, este es un desafío que un solo país no puede afrontar solo. La única manera de enfrentarlo es de manera colaborativa», declaró Youth durante una rueda de prensa en la embajada estadounidense en Panamá.
La enviada estadounidense también expresó su preocupación por la seguridad de los migrantes y los peligros a los que se enfrentan en su travesía por la jungla del Darién: «Muchas personas que están viajando no tienen toda la información, ellos han leído, escuchado cosas de cuán fácil es el viaje o que va a ser fácil, y están exponiendo a los niños a unos peligros increíbles. Varios casos (de crímenes) han ocurrido en la selva de Darién. Es una tragedia humana».
Además, Marta Youth destacó la necesidad de abordar las «causas estructurales» de la migración y ofrecer ayuda humanitaria y programas de desarrollo para crear oportunidades en los países de origen: «El motivo por (el) que las personas se mueven son varios y son muy personales: se mueven por conflictos, se mueven por inseguridad, se mueven para reunificarse con familiares que ya están en otros países, hay motivos muchísimos».
Mientras tanto, Estados Unidos anunció la apertura de centros de migración en Guatemala y Colombia, además de México, en un intento de frenar el éxodo masivo de solicitantes de asilo que se dirigen hacia su frontera sur, después de que se levantaran las restricciones de salud impuestas durante la pandemia en abril.