SONIA SCHOTT,
Llamar a alguien “viejo” generalmente se considera poco cortés, por peyorativo, aunque, en países como México, Argentina o Uruguay muchos usen la expresión, viejo o vieja, para referirse con cariño a su pareja o a sus padres.
Pero ¿qué se considera una persona mayor?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a una persona de edad como aquella que ya llegó a los 60.
Sin embargo, cada vez más personas, llegan a edades avanzadas con relativa buena salud y es que la prolongación de la vida tiene que ver con los grandes adelantos científicos del último siglo, una dieta sana, atención médica decente, hábitos más saludables y también el nivel de educación.
De acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo en un artículo de, Marco Stampini, de 2022 «Si tienes 65 años en Panamá, puedes esperar vivir 14 años adicionales con buena salud y libre de pobreza. Esto es, 9 años más que en Honduras y 4 años más que el promedio de otros países de América Latina y el Caribe».
Mientras que, en Estados Unidos, “muchas personas se sorprenden al recibir una invitación para unirse a la AARP (Asociación Estadounidense de Jubilados) en su 50 cumpleaños, aunque la edad promedio de jubilación sea 65 años. Curiosamente, la edad de jubilación en China es una de las más bajas del mundo. Para las mujeres obreras, es de 50 años.” según un artículo de Forbes, del 10 de febrero de 2022.
¿Se aplica este límite de edad en política?
Cuando se les preguntó sobre la edad ideal de un presidente, alrededor del 49% de los estadounidenses respondió preferir a alguien de 50 años, según una encuesta de julio de 2023, del Pew Research Center.
Y es que el debate sobre la edad se ha ampliado hasta convertirse en una discusión sin límites sobre las implicaciones del envejecimiento del liderazgo del país.
Si bien Joe Biden es ahora el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos, primero lo fue Donald Trump. Y es que la inquietud por la edad de los presidentes ha sido una constante.
Hubo preocupación por la edad y salud de Ronald Reagan durante su presidencia (1981-1989).
El presidente Woodrow Wilson pudo ocultar los efectos de un derrame cerebral en 1919 mientras su esposa, Edith, actuó esencialmente como presidenta de facto hasta que terminó su segundo periodo, en 1921.
En 1967, la ratificación de La Enmienda 25ª, tras el asesinato del presidente John F. Kennedy, establece los procedimientos para reemplazar al presidente o vicepresidente en caso de muerte, destitución, renuncia o incapacitación.
La atención se centra en este momento tanto en Biden como en el senador Mitch McConnell, líder de la minoría republicana en el Senado, quien ya es el líder del partido con más años de servicio en la historia y se acercará a los 83 años cuando finalice su mandato, en 2025.
McConnell, en dos ocasiones se ha quedado paralizado en mitad de una frase, luciendo confundido y desconcertado, aunque exámenes médicos posteriores aseguran que está bien.
Pero su salud es un tema político.
Su liderazgo en el Partido Republicano es crucial, por ejemplo, para que la administración Biden siga apoyando a Ucrania.
McConnell es un ferviente partidario de armar a Ucrania y ha advertido que ahora no es el momento de “tambalearse” ante Rusia.
Varios republicanos están cada vez menos entusiasmados por armar a Ucrania a perpetuidad y Donald Trump, quien se perfila como el posible ganador de la nominación republicana, quiere finalizar la guerra, si gana las elecciones.
La presencia de McConnell en el Senado, ha ayudado a mantener ese apoyo bipartidista que será cada vez más importante durante el invierno, cuando el ejército ucraniano adelante su contraofensiva contra Rusia en el este y el sur.
Si McConnell sufriera más momentos en los que se congele, el tema de su salud y su edad volverán a surgir, poniéndole presión para retirarse.
Cualquier cambio en el liderazgo sería seguido con entusiasmo por el presidente ruso, Vladimir Putin.
En Washington, se considera que Putin cuenta con que la coalición encabezada por Estados Unidos a favor de Ucrania se debilitará por una fatiga natural de la guerra.
Biden por su parte, rozará casi los 82 años para las elecciones presidenciales de 2024, enfrentando un mundo cada vez más complejo y peligroso.
¿Será demasiado mayor para pasar otros cuatro años?
La gran pregunta, sin embargo, es si el público privilegiará la experiencia acumulada o su edad.