SANTIAGO.- El rechazo de los chilenos al proceso constituyente que está en marcha en el Congreso aumenta cada día, al tiempo que los detractores y defensores del anteproyecto se encuentran inmersos en una diatriba que amenaza con llevar el proyecto al fracaso.
Una encuesta Cadem difundida el domingo pasado arrojó que un 59% de los chilenos dijo que no aprobará la nueva Constitución, dos puntos porcentuales más que la semana pasada. En tanto, solo un 21% de los encuestados manifestó que sí aprobaría el texto. Este es el dato más bajo en seis meses.
El plebiscito de la nueva Constitución de Chile está fijado para el 17 de diciembre de este año.
Este es el segundo intento de cambiar el texto fundamental de Chile, que data de la década de los ’80 del siglo pasado, durante la dictadura de Augusto Pinochet. En septiembre de 2022, los chilenos rechazaron en un referendo la propuesta de la Convención Constitucional, instancia que estuvo conformada por una mayoría de independientes de izquierda. El «No» obtuvo el 62% de los votos.
Posteriormente, los partidos políticos propusieron al Congreso que fuese creada una Comisión de Expertos, que redactó otro proyecto y es el que discute actualmente el Consejo Constitucional. El próximo 7 de octubre debe estar listo el borrador que pasará nuevamente a manos de la Comisión de Expertos para una segunda etapa de revisión.
El Consejo Constitucional está conformado por 50 miembros, de los cuales 17 son del oficialismo (la izquierda) y 37 de la oposición. En ese conjunto de la oposición, el Partido Republicano, de extrema derecha, cuenta con 22 delegados.
Desde el 16 de septiembre comenzaron las votaciones de las enmiendas propuestas, en las que la derecha ha hecho valer su mayoría. Han aprobado propuestas como «el derecho a la vida de quien está por nacer», la expulsión inmediata de los migrantes que ingresen por pasos ilegales, la objeción de conciencia institucional y la exención tributaria de la primera vivienda.
El Partido Republicano ha contado con el apoyo de la derecha tradicional para la aprobación de estas normas, mientras que la izquierda oficialista, así como la centroizquierda han comenzando a mostrar desaveniencias respecto al texto que será presentado a la Comisión de Expertos.
El senador de Demócratas, Matías Walker, afirmó que el borrador que adelanta el Consejo Constitucional «dista mucho» de ser una Constitución y advirtió que «las derechas están cometiendo exactamente el mismo error que las izquierdas en el proceso anterior». Se refería al texto que fue rechazado por el 62% de los chilenos el año pasado, reseñó El País.
En la centroizquierda no oficilista, el partido Amarillos, el exministro de justicia de la expresidenta Michelle Bachelet, Isidro Solís, dijo que esperan una moderación de las propuestas de la derecha para la segunda revisión, y advirtió que «si no es así, simplemente vamos a tener que asumir la realidad y votar en contra».
También, desde el Partido por la Democracia, de centroizquierda, han dicho que no apoyarán un texto constitucional conservador.
En tanto, Bachelet llamó a sus compañeros de la izquierda a «no tirar la toalla antes de tiempo», pero enfatizó que «si la propuesta de nueva constitución retrocede en los derechos de las mujer, yo no podría votar a favor». La socialista Ana Lya Uriarte, exministra de la Secretaría General de la Presidencia de Gabriel Boric, dijo también que «el texto que está hoy requiere urgentemente la operación rescate».
Mientras esto ocurría en Santiago la semana pasada, Boric desde Nueva York, donde participaba en la Asamblea General de la ONU, señaló: “no van a encontrar a un antagonista en mí. Yo quiero que al Consejo le vaya bien, que Chile tenga una nueva Constitución. No quiero la polarización ni cometer los errores que cometimos en el primer proceso”.
La prensa chilena reseñó este lunes que los presidentes de los partidos Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN), de la derecha tradicional de oposición, y del Partido Socialista, de la izquierda oficialista, se reunieron para intentar encauzar el proceso de la nueva Constitución.
Sin embargo, el panorama se ve muy difícil. Ayer, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, de la UDI, afirmó que el proceso «va derechito al fracaso» y que «la única forma de cerrar este tema es tener un texto final lo más parecido posible al texto de los expertos». Además, consideró que el proyecto que trabaja el Consejo Constitucional «no se va a aprobar, no tiene probabilidad de aprobarse».
Las afirmaciones de Matthei provocaron la respuesta del presidente del Partido Republicano, José Antonio Kast, que acusó al oficialismo de querer anular el Consejo Constitucional, según escribió en la red social X.
«Al parecer, el Gobierno de Gabriel Boric, a través de sus parlamentarios, ya decidió ingresar el anteproyecto de los expertos como reforma constitucional al Congreso. Quieren anular por secretaria al Consejo Constitucional, elegido por más de 12 millones de chilenos», escribió en X.
Así las cosas, el 7 de octubre ya se acerca y no se ve humo blanco, mientras la derecha pelea internamente ante la mayoría de los republicanos, desde la izquierda hablan de que el proyecto inicial de la Comisión de Expertos sea el que ingrese como reforma constitucional al Congreso.