WASHINGTON — En medio de una campaña desaforada por buscar fondos para fines partidistas enmascarados en proyectos sociales, la izquierda y la extrema izquierda en el Congreso de Estados Unidos siguen alimentando las crisis con el fin de obligar al Partido Republicano a aprobar el enorme gasto que proponen.
Los nuevos demócratas afinan sus métodos de coerción ante la posibilidad de que el gobierno se quede sin recursos para operar dentro de cinco días.
Ante la resistencia de los conservadores, a quienes la prensa les llama siempre extremistas porque se niegan a seguir las pautas de los socialistas dentro del Congreso, los medios liberales aprovechan para poner en ridículo la función del titular de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, y afirman de manera falsa que enfrenta «una insurgencia de sus colegas republicanos» empeñados en reducir el descomunal gasto público durante tres años de gobierno del Partido Demócrata.
Las grandes cadenas de televisión y los medios liberales de prensa se han encargado de fomentar otra crisis, cuando en realidad lo que buscan es mayor presión para que los republicanos aprueben mediante el chantaje más fondos para intereses partidistas, no para solucionar las problemas creados por los propios demócratas, que tienen a la nación inmersa en un caos económico y político, pero con la anuencia de los medios de prensa.
Bajo circunstancias ni remotamente parecidas al desastre actual causado por la administración Biden, el presidente Donald Trump se vio enfrentado a dos juicios políticos. Ahora, los republicanos, en medio de un avance vertiginoso y control de la extrema izquierda en EEUU, plantan un frente de resistencia como las condiciones les permiten.
Sin solución a la vista, se prevé que la Cámara de Representantes vote este martes en la noche para aprobar el financiamiento de algunas servicios importantes del gobierno y se insiste en catalogar y definir a McCarthy como incompetente, al mejor estilo de los sistemas de izquierda latinoamericanos.
Entretanto el Senado, prepara un plan bipartidista temporal para ganar tiempo y mantener las dependencias públicas funcionando más allá del plazo del sábado.
Republicanos se niegan a cheques en blanco para Ucrania
Los republicanos están hartos de seguir enviando dinero de los contribuyentes para la guerra en Ucrania, impulsada por la actual administración. Por tal motivo, los planes de dar más ayuda a Ucrania se han topado con el freno de los conservadores tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.
Ante el caos creciente fomentado por la Casa Blanca, Joe Biden reiteró el peligro de las tácticas políticas republicanas, recordándoles que financiar al gobierno “es una de las responsabilidades básicas y fundamentales del Congreso”. Y en realidad ellos también han hecho lo mismo cuando el poder lo tienen los republicanos. La gran diferencia ahora es un gobierno sin control y total irresponsabilidad sobre el dinero de los contribuyentes norteamericanos.
Sólo el gasto para Ucrania supera la suma de 150.000 millones de dólares y Biden sigue cediendo sin límites los pedidos del presidente ucraniano Vladimir Zelenski. Ahora ha solicitado otra partida de más de 13.000 millones de dólares.
Los demócratas introducen siempre algunas necesidades nacionales vinculadas a sus otros fines partidistas para chantajear el voto republicano a escasos meses de las elecciones primarias y a pocas horas del segundo debate presidencial republicano.
Biden imploró a los republicanos no violar el acuerdo sobre la deuda que forjó a inicios de año con McCarthy, que fijó los niveles de financiamiento federales y fue firmado tras ser aprobado por ambas Cámaras del Congreso.
“Llegamos a un acuerdo, nos estrechamos la mano y dijimos que esto es lo que vamos a hacer. Ahora están dando marcha atrás”, declaró Biden el lunes en la noche.
Un cierre del gobierno trastocaría la economía nacional y las vidas de millones de ciudadanos que trabajan para el gobierno federal o que dependen de los servicios federales, como controladores aéreos que tendrían que trabajar sin sueldo o familias pobres que se verían privadas de asistencia social.
Las elecciones primarias como telón de fondo
La disputa ocurre con el telón de fondo de la campaña para las elecciones presidenciales de 2024. Donald Trump, quien encabeza las encuestas para ser candidato para los republicanos, ha pedido a los conservadores no continuar con el juego de Biden y la extrema izquierda que pone contra la pared el destino de EEUU.
Algunos republicanos planean reducir el tamaño del gobierno, una burocracia anquilosada que chupa cientos de millones de dólares del dinero de los impuestos. Trump ha prometido reducir la nómina de burócratas en el Congreso, y buena parte de ellos llevan décadas, tanto del lado republicano como del bando demócrata. Además existe notable número de departamentos que, cuyas funciones son casi inservibles dentro de la dinámica política actual estadounidense.
Cuando faltan pocas horas para el plazo del sábado, la disputa ocurre en momentos en que los republicanos en el Congreso organizan para esta semana las primeras audiencias en busca de un juicio político a Biden por los negocios de su hijo, Hunter Biden y su presunta participación directa.
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