JERUSALÉN, ISRAEL — El conflicto histórico entre Israel y Palestina tiene un nuevo episodio tras el sorpresivo ataque, el sábado 7 de octubre, del grupo islamista Hamás desde Gaza. El ejército israelí movilizó decenas de miles de reservistas y respondió con ataques masivos sobre Gaza.
“Estamos en estado de guerra. Esto no es una operación (…) sino una guerra. (…) El enemigo pagará un precio que nunca ha conocido», enfatizó el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
Gaza es la principal ciudad de la Franja de Gaza. Es un territorio estrecho ubicado entre Israel, al norte, y Egipto, al sur, y en cuyo frente está el mar Mediterráneo.
El origen del conflicto entre Israel y Palestina se remonta a los pactos y promesas del Imperio Británico durante la Primera Guerra Mundial. Es el enfrentamiento entre la nación judía del Estado de Israel y las naciones árabes vecinas.
El centro es la disputa por el territorio de Palestina, que pertenecía al imperio Otomano y, luego, al Mandato Británico de Palestina. Israel mantiene un bloqueo sobre Gaza desde que Hamás se hizo con el control del territorio en 2007. Desde entonces, ambos enemigos han librado cuatro guerras.
Hamás no reconoce a Israel como Estado y su objetivo es crear un Estado palestino fundamentalista islámico.
El detonante del ataque a Israel
Joseph Hage, analista político de Medio Oriente y terrorismo, señala que el recrudecimiento del conflicto árabe israelí obedece “en principio, a la respuesta de que Arabia Saudita, que representa la religión islámica o musulmana en el mundo, como líder del mundo árabe, está negociando algún proceso de normalización con el Estado de Israel. Del otro lado, Irán y sus aliados, Hamás y sus entornos Hezbolá, en el Líbano, y el gobierno de Siria están en contra de cualquier normalización de relaciones con del Estado de Israel. Ellos llaman a aniquilar al Estado de Israel”.
En ese sentido, indica que de un lado está la parte del mundo árabe que empezó a normalizar las relaciones, como Baréin, Emiratos Árabes y Qatar. Y del otro lado, Arabia Saudita, como dijo el príncipe Mohamed Bin Salmán, está la situación de los palestinos o lo que llaman la causa de Palestina que debe resolverse para normalizar con Israel, «está abierto a negociar».
“Este nuevo ataque fue una amenaza directa a la hegemonía de Irán en el mundo islámico e Irán es el principal aliado de Hamás en finanzas, armamento y de apoyo moral. El jefe de Hamás, Ismail Haniya, que reside en Qatar, ha dicho abiertamente que no conciben ninguna normalización con el Estado de Israel y, por tanto, que los que lo quieren hacer, lo hagan por su cuenta y no por la cuenta de los palestinos. Esto fue una declaración abierta dirigida hacia Estados Unidos, Arabia Saudita e Israel”, expresa Hage.
Falla de inteligencia
En consonancia con el análisis del conflicto que hace Joseph Hage, el internacionalista Luis Daniel Álvarez, investigador de la Universidad Central de Venezuela (UCV), cree que el recrudecimiento de las tensiones se relaciona con los escenarios de paz y los acercamientos de Israel con algunos países como los Emiratos Árabes Unidos, Baréin; Marruecos y Sudán.
«Todo indica que el próximo acercamiento será con Arabia Saudita, hace unos días un ministro de Israel visitó a Arabia Saudita en una cumbre. Evidentemente en la región, hay gente a la que no le gusta ese acercamiento, que se esté pasando la página. Por otra parte, Israel descuidó sus políticas tradicionales de seguridad por la atención a los conflictos internos. Netanyahu está presionado por sectores conservadores «, asevera.
Por otra parte, Joseph Hage destaca que la respuesta de Irán a las políticas de acercamiento al Estado de Israel ha sido otorgar más entrenamiento y armamento a Hamás, así como comunicaciones “que no fueron infiltradas por la inteligencia israelí. Lamentablemente, la falla de la inteligencia israelí es la más grande en la historia de este Estado: esto no tiene precedente. Esta falla es enorme”.
Destaca que Israel es el país más desarrollado en inteligencia en el mundo. «Con su inteligencia, Israel pudo retener y destruir en muchas etapas el desarrollo del programa nuclear iraní. Ahora llega esta falla de inteligencia en su territorio, porque se supone que Gaza es parte de su territorio».
Los civiles como blanco
Los ataques de esta nueva escalada del conflicto han tenido como blanco a la población civil: los palestinos asesinan y secuestran a civiles israelíes. En este punto, enfatiza el analista Joseph Hage, una vez más, los terroristas han demostrado que no tienen parámetros ni para la guerra, ni para los derechos humanos, ni para los derechos civiles: «Es brutal lo que ellos hacen con los civiles. Esto es pasado de las normas del ser humano».
Agrega que la mentalidad de los terroristas es usar civiles como escudos humanos. «Ellos usan sus propios civiles, sus familiares, como escudos humanos, para esconderse. Saben que el Estado de Israel, hasta el último suspiro, respeta los derechos de los civiles y los derechos humanos. Ellos combaten y tratan de evitar lo máximo el daño colateral», subraya Hage.
Refiere que se habla de que los terroristas tienen secuestrados a civiles, entre ellos americanos, menores de edad, niños y mujeres y que están desplegados en todo el territorio de Gaza. Además, indica, el portavoz de Hamás dijo que lo que les pase a ellos, les ocurrirá a los palestinos que están en el territorio de Gaza.
«Esto quiere decir que los ciudadanos secuestrados estarán junto con civiles palestinos. Entonces, si Israel va a tratar de liberar y bombardear, tiene que tomar en cuenta que se van a morir ellos con los palestinos. Esto pone al Gobierno y al Comando Militar en una posición muy apretada para operar. Tienen que matar a todo el mundo o liberar a todo el mundo», advierte el analista.
Esto también va a afectar el canje de los presos políticos.
Añade que los terroristas buscaron los puntos débiles del Gobierno de Israel y sobre eso actúan: «Saben que los israelíes no sacrifican vidas civiles. Saben que para salvar, una sola vida, Israel está dispuesto a dar lo que sea. Puede Israel liberar a una sola persona, pero cómo liberar a centenares. Esta es la gran pegunta «.
El exterminio
«En Israel viven árabes israelíes que tienen incluso representación al Parlamento y opción de hacer gobierno. El problema es con Palestina, hay unos territorios palestinos desde donde se organizan ataques. Hay otro inconveniente, Palestina está dividida y aunque hubo un acercamiento y una mediación de Egipto hace tiempo, sigue habiendo una brecha importante entre la Cisjordania y en la Franja de Gaza, donde hace vida Hamás con una postura totalizante y por esos los blancos son los civiles», explica el internacionalista Luis Daniel Álvarez.
Agrega que se asume debe exterminarse todo lo que se parezca a ellos. «Hay denuncias y se dice que han entrado a comedores colectivos para llevarse secuestrados. El tema es contra la concepción de Israel como Estado, por eso los ataques a civiles».
Las causas del conflicto
Luego del fin de la Segunda Guerra Mundial, la decisión sobre Palestina fue traslada hasta la naciente Organización de Naciones Unidas (ONU). En 1947, la ONU, mediante la resolución 181, aprobó que 55% del territorio fuera para los judíos, Jerusalén estuviera bajo control internacional y el resto para los árabes, entre esas zonas estaba la Franja de Gaza.
En mayo de 1948, se puso fin al Mandato Británico de Palestino y nació el Estado de Israel. Este último paso es la causa principal del conflicto árabe-israelí. 164 de los 193 Estados miembros de la ONU, 85,4%, reconocen a Israel como Estado.
Tras esto, se desató la primera guerra árabe-israelí.
La vía de los acuerdos
El ataque orquestado desde la Franja de Gaza por Hamás, el 7 de octubre, ocurrió menos de un mes después de que se cumplió el trigésimo aniversario de los Acuerdos de Oslo, que representaron un teórico marco para la paz. Estos acuerdos fueron suscritos en septiembre de 1993.
En este sentido, incluían compromisos clave como el reconocimiento de Israel por parte de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el reconocimiento de la organización del lado israelí, así como la creación de la Autoridad Palestina para asumir responsabilidades de gobierno en Cisjordania y la Franja de Gaza.
Otros acuerdos
En este conflicto se han dado dos intifadas que encarnan la rebelión del pueblo palestino contra la ocupación israelí: la primera intifada comenzó en 1987 y finalizó en 1993.
Ya para 1995, cuando se firmaron los Acuerdos de Oslo II, no se habían concretado los principales propósitos.
Luego, en 1997 Israel y la Autoridad Palestina firmaron el Protocolo de Hebrón, el cual planteaba la transferencia de la mayor parte de esta ciudad cisjordana a control palestino. En 1998, se selló el Memorando de Wye para la retirada de Israel de otros territorios palestinos.
No obstante, en septiembre del 2000 se originó el estallido de la Segunda Intifada que imposibilitó un proceso de paz y es considerada la más sangrienta. En 2020, se suscribieron los Acuerdos de Abraham, mediante los cuales Israel firmó acuerdos de normalización con los Emiratos Árabes Unidos y Baréin, que luego fueron secundados por Marruecos.
El muro
Durante este año 2023, recuerda Europa Press, «los contactos entre israelíes y palestinos ya permanecían completamente parados, con las respectivas posiciones alejadas y un goteo constante de incidentes violentos que se ha hecho especialmente palpable».
Muestra de esto son los diferentes ataques terroristas en suelo israelí, con atentados tanto en Jerusalén como en Tel Aviv, y una sucesión de operaciones de las fuerzas de Israel sobre los territorios ocupados, incluida una macro operación sobre Yenín a principios de julio.
El gobierno de Israel culminó, hace dos años, la construcción de un muro de 65 kilómetros de largo. El costo de este muro fue de al menos un billón de dólares, y necesitó más de 140.000 toneladas de acero y hierro.
El objetivo de esta edificación fue impedir todo tipo de infiltración de las milicias de palestina. El internacionalista Luis Daniel Álvarez señala que Israel argumenta que se trata de un muro defensivo.